En los primeros 6 meses del 2022, el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (Sapal) atendió un total de 7 mil 177 fugas, y si se compara con la mitad de las cifras del 2021, año en el que se atendieron 16 mil 855, son mil 250 menos que la mitad de esta cifra de acuerdo a una solicitud de información a la dependencia.
De acuerdo con Enrique de Haro Maldonado, director de Sapal, anualmente se extraen 85 millones de metros cúbicos de agua anuales, el 18 por ciento representan a pérdidas por fugas, mientras que el otro 12 por ciento es de agua que entra a los hogares que no está facturado correctamente, es decir, solo el 70 por ciento es utilizado como debe por la ciudadanía.
"Todo el costo energético por lo menos este tema de extraer el agua, traerla, conducirla y que se pierda en fugas visibles y no visibles obviamente representa un gasto porque ya le metimos por lo menos el costo energético de traerla hasta acá", explicó Enrique.
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Cabe mencionar que gran parte de este líquido regresa a los mantos acuíferos, pero lo ideal es que éste llegue correctamente a los hogares para que no se desperdicie y que tampoco represente un gasto tanto para la dependencia como para los ciudadanos que no se percatan del daño.
"No es lo ideal porque ya la extrajímos, lo ideal es colocarla precisamente en las casas, estamos trabajamos en un programa llamado SAPAL inteligente, estamos haciendo los proyectos necesarios para que hagamos los trajes a la medida de instrumentos y sensores que nos permitan hoy en día con la tecnología que existe poder cuidar más el agua de las tuberías y que no se desperdicie", refirió el directo de Sapal.
Enrique de Haro añadió que el tiempo de reparación es de seis horas dependiendo del daño. En este tiempo se contempla la recepción del reporte, traslado, diagnóstico, excavación, reparación, pruebas de calidad, cierre de zanja, compactación de material y colocación de pavimento.
En los hogares, el aljibe es la principal fuente de fugas, seguido por el depósito del baño, tinaco y tuberías.
PCQG