La vida útil de Simeprode ha llegado a su fin. Tras 30 años de servicio, el Sistema Integral para el Manejo Ecológico y Procesamiento de Desechos está a punto causar más daño que beneficio a la ciudad.
Y es que los rellenos sanitarios ubicados al norte del área metropolitana se encuentran llenos y la basura ya supera el suelo natural, por lo que la administración entrante que encabezará Samuel García tendrá que implementar una alternativa rápida para evitar que los residuos contaminen más el medio ambiente.
Las opciones que tiene el gobierno del estado representan inversiones millonarias en nuevas plantas tratadoras, o bien un nuevo sitio de disposición final, el cual tendría que estar a unos 30 o 40 kilómetros fuera del área metropolitana.
Si continúa creciendo la montaña de residuos, puede ser de alto riesgo, debido a que con el paso del tiempo se van a descomponer y podría haber caída de desechos desde la parte más alta.
Expertos consultados por MILENIO mencionaron tres alternativas que el gobierno del estado podría implementar:
Biodigestión. En este proceso se tratan los desechos orgánicos y es una fuente limpia de energía. Requiere de una inversión de 3 mil a 5 mil millones de pesos.
Termovalorización. Se descompondrían los residuos inorgánicos a través del calor, en un proceso favorable para el medio ambiente. Su costo asciende entre los 12 mil y los 15 mil millones de pesos.
Pirólisis. Es la descomposición química de materia orgánica y todo tipo de materiales, causada por el calentamiento a altas temperaturas en ausencia de oxígeno. Tendría un costo mayor de 15 mil millones de pesos.
Simeprode cuenta con 210 hectáreas de superficie de las cuales 70% es ocupado para celdas de disposición final y en el espacio restante hay oficinas.
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