La industria camaronera de Tamaulipas ha sido ignorada durante los últimos tres años, no ha habido apoyos a un sector que en el sur de la entidad genera empleo para 3 mil familias y que ha carecido de la colaboración de los representantes populares federales con miras a obtener beneficios y acceso a programas.
Están en plena veda de pesca de camarón como cada año, con el objetivo de darle tiempo al crustáceo que habita en el Golfo de México de que crezca; sin embargo, “el panorama en este momento es complicado, pero es una racha negativa que arrastra el sector desde hace tres años”.
Saben que en el momento en el que concluya la prohibición, tampoco les dará certeza de que toda la flota camaronera tamaulipeca estén en condiciones de zarpar al mar porque “el sector camaronero no ha sido prioridad para las autoridades gubernamentales y eso ha quedado claro en los últimos tres años”.
Un claro ejemplo es que “no se ha podido tener un acercamiento entre los diputados federales y los empresarios, no se ha hecho porque no está en la agenda la necesidad de una actividad que genera miles de empleos”, entre los cuales destacan los pescadores, tripulaciones, despicadoras, entre otras.
“Tampico ha sido prioridad para los diputados federales la pesca", aseguran los empresarios, a pesar de que el llamado siempre estuvo implícito con reclamos y movilizaciones realizadas durante la crisis sanitaria, en bloqueos de calles y hasta de avenidas.
Uno de los beneficios que el sector pesquero perdió con el nuevo gobierno federal fue el subsidio o respaldo en la compra del diésel, que en tiempos en que los combustibles aumentan su costo en el mercado, es una urgencia más que una petición aislada de respaldo.
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Se trata de un promedio de 180 embarcaciones que conforman la flota camaronera de Tamaulipas, hasta ahora la más grande del Golfo de México; sin embargo, no tienen certeza de que así siga después de años complicados.
La temporada de pesca del llamado “oro rosado” del año pasado fue negativa, aseguran los empresarios, en algunas salidas a altamar no encontraron producto para satisfacer la demanda comercial.
Fue un fenómeno natural que afectó a un sector que hoy está seriamente golpeado, pero que no se notará una mejora en los próximos meses debido a la carencia de respaldo de las autoridades.