La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México informó que se llevó a cabo un proceso de restauración ambiental en las barrancas Dolores y Barrilaco, como parte del Proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura en la tercera sección del Bosque de Chapultepec, que contempla el mejoramiento del suelo y el manejo del agua que fluye en estas áreas de valor ambiental.
Detalló que las acciones de restauración ambiental, que registran un avance del 98 por ciento, incluyen la construcción de poco más de 250 muros y gaviones que permitirán que los escurrimientos de agua durante la temporada de lluvias no erosionen el suelo, y se filtre al acuífero.
Además, las barrancas reciben distintos tipos de tratamientos para formar pequeños humedales con tecnologías alternativas basadas en la naturaleza.
Tras identificar 152 descargas de aguas residuales provenientes de viviendas en el polígono de las barrancas de Dolores y Barrilaco, se determinó crear nueve humedales artificiales que permitan procesar las aguas grises. El objetivo de estos humedales construidos es procesar el agua que sale de las descargas y retener la humedad.
La autoridad precisó que se tiene previsto que estos humedales traten hasta 30 litros por segundo en la barranca Barrilaco, mientras que en la de Dolores, el sistema más grande, es para 3 litros por segundo.
Las obras de rehabilitación incluyen protecciones laterales de taludes con gaviones y muros de “morillos” (segmentos de madera) de forma paralela al talud para brindarles estabilidad, sobre todo a los taludes desgastados por la erosión provocada por los escurrimientos de agua.
Asimismo, se crearon presas de piedra acomodada, que son estructuras de piedras colocadas transversalmente a la dirección del flujo de la corriente, que controlan la erosión y permiten el almacenamiento y la infiltración de agua.
Con piedra, arena y cemento fueron colocadas presas de mampostería de forma perpendicular a las cárcavas, con la finalidad de disminuir la escorrentía superficial, el almacenamiento de agua y la retención de azolves.
Los muros de Krainer consisten en una técnica de bioingeniería compuesta por troncos colocados de forma horizontal para estabilizar taludes y así evitar deslizamientos de tierra y procesos erosivos.
Los deslizamientos se contienen a través de muros de gavión; el gavión es una estructura permanente, permeable y ligeramente flexible, formada a base de cajones de forma rectangular, construidos con una malla de alambre de triple torsión llenos de piedra acomodada que permite estabilizar y evitar el crecimiento de las cárcavas, lo que permite una mayor retención e infiltración de agua, detalló la dependencia.
Hasta el momento se han plantado 24 mil árboles en la tercera sección, en la barranca de Dolores, y dos mil árboles en la barranca de Barrilaco, finalizó.
LG