Tal como se pidió durante la semana y como se había adelantado por parte de la barra del Club Tigres, el juego de vuelta de la Final Regia estuvo libre de las denominadas caravanas, aunque sí hubo grandes concentraciones de aficionados para recibir y despedir los autobuses de los equipos.
A diferencia del partido de ida jugado el martes 23 de abril en el Estadio Universitario, en el que el sector de aficionados de Rayados realizaron su tradicional caravana concentrándose en la Plaza Monumental de Toros, a pesar de las advertencias del Gobierno Estatal de que sería disuelta, para este último partido los Libres y Lokos llegaron sin realizar marchas.
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Las únicas concentraciones grandes de aficionados fueron las que se presentaron por la avenida las Torres, justo debajo del denominado "Puente Bailarín", que conecta a la Expo Guadalupe con el estacionamiento del estadio, donde el sector rayado se reunió para recibir el autobús del Club de Futbol Monterrey.
Poco después de las 19:30, el autobús que trasladaba al equipo de Rayados finalmente arribó acompañado de un fuerte operativo de seguridad, con tránsitos de Guadalupe escoltándolo, mientras miles de aficionados demostraban su apoyo con banderas, telones y cánticos, demorando más de 20 minutos la llegada del equipo.
Además, el sector de la barra de Tigres se concentró en el hotel MS Millenium, en San Pedro, donde despidieron el autobús del equipo felino, ocasionando algunos contratiempos viales.
Durante la semana hubo quejas por parte de la directiva de Tigres, argumentando que los acuerdos entre clubes y Gobierno Estatal establecían que no se realizarían caravanas en los clásicos, algo que sí sucedió en el juego de ida, por lo que pidieron que no se le permitiera el acceso a la barra de Rayados en el juego de vuelta.
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El operativo de seguridad, que de acuerdo al secretario de seguridad de Guadalupe, Gerardo Palacios Pámanes, contó con 2 mil 445 elementos, incluyó también filtros alrededor de los terrenos del Estadio para que solamente los aficionados con boleto o abono pudieran ingresar al perímetro y posteriormente entrar al partido.
Para esta edición, el secretario de seguridad en Nuevo León, Aldo Fasci. Zuazua, informó que a 15 aficionados "rijosos" o con antecedentes de problemas en clásicos anteriores, no se les permitiría la entrada al partido, enfatizando que pertenecían a ambos sectores.