Debido a la gran afluencia de personas y comerciantes que ha provocado el socavón que se formó en el municipio de Juan C. Bonilla, en Puebla, autoridades colocarán una malla para evitar accidentes en el lugar.
En este punto se vive una verbena popular a diario. Es posible encontrar una vasta variedad de recuerdos que van de playeras serigrafiadas a tazas de talavera, o bien, acompañar la visita con algún alimento, como pan o memelas, o alguna bebida hidratante, como refrescos o aguas frescas.
Sin embargo, también se comercializan bebidas alcohólicas como cerveza, pulque o cócteles que, al no contar con permisos o regulación, han provocado incidentes considerables por su abuso. El fin de semana pasado, dos jóvenes en aparente estado de ebriedad burlaron la seguridad para llegar a los límites del socavón y orinar hacia el hundimiento.
Esta situación encendió las alarmas de las autoridades estatales que, en una acción inmediata, colocaron mallas ciclónicas para delimitar el perímetro de seguridad de la zona y limitar aún más el paso a ciudadanos y visitantes.
La Secretaría de Infraestructura estatal informó que se trata de paneles móviles y ligeros que tienen más de dos metros de altura, mismos que cubrirán mil 780 metros cuadrados, un total de 25 hectáreas; sin embargo, este nuevo margen está sujeto a modificaciones, ya sea por la misma falla geológica o por el comportamiento humano.
Previo a su instalación, un grupo de topógrafos recorrió la zona de riesgo y bajo medidas precisas determinó los puntos más seguros para colocar las mallas. Cabe mencionar que los trabajos durarán alrededor de 10 días.
Por su parte, los comerciantes de la zona se dicen preocupados por quedar fuera de este nuevo perímetro de seguridad y perder sus ventas; asimismo, hubo propietarios de tierra que se acercaron al personal para externar su molestia, ya que el socavón se encuentra en territorio ejidal pero el nuevo perímetro establecido llega a propiedades privadas.
AFM