Pobladores de Zacatepec viven observando el piso

Pobladores reportaron la supuesta aparición de hasta 30 hoyos, la mayoría con 6 o más metros de profundidad y agua en el fondo.

Socavón en Santa María Zacatepec | David Alvídrez
Puebla /

El pasado 29 de mayo apareció un enorme socavón en campos de cultivo de Santa María Zacatepec, consigo la incertidumbre y el miedo entre sus habitantes, principalmente aquellos que viven o cultivan más cerca de la zona de riesgo, al grado de sujetarlos a vivir observando el piso.

En 20 días, la falla geológica no dejó de crecer y las grietas más recientes nos dicen que no parará. Además, pobladores reportaron la supuesta aparición de hasta 30 hoyos, la mayoría con 6 o más metros de profundidad y agua en el fondo. En redes sociales se difundieron diversos vídeos de personas midiendo con hilos y flexómetros u otras arrojando piedras en su interior. La especulación: consecuencia del socavón; la exigencia: que el Gobierno dé explicaciones; la realidad: se trata de perforaciones controladas que realizaron equipos de geólogos como parte de los estudios de subsuelos y mantos acuíferos.

A 300 metros de la zona de riesgo, José Rastro tiene sus tierras en las que cultiva maíz y tiene árboles de durazno, pese al miedo, “alguien tiene que trabajarlas”. “El otro le dije a uno de los que cuida, porque midió mi terreno y le pregunté si iban a acordonar hasta acá, para ya no trabajar, me dijo no señor, solo estamos midiendo la tierra para ver cómo está. Tengo miedo de que el agujero llegué hasta acá y nos dejé sin nada”, relató a MILENIO Puebla.

Recientemente se dio a conocer la existencia de un nuevo socavón, ya no en Zacatepec sino en Cuanalá. Se registró un hundimiento en el centro del Cuarto Carril de la avenida Serrano, inició con un metro de diámetro y 60 centímetros de profundidad, pero encendió todas las alarmas. Para evitar rumores, el Ayuntamiento envió a personal de la Dirección de Obras para inspeccionar la zona y dar un veredicto.

Con maquinaria pesada se excavó hasta dos metros de profundidad por tres metros de ancho sobre el camino para desmentir que existiera otra falla geológica. En palabras de Juan Ángel Benavides, director de Obras Públicas del municipio, “hay dos terrenos de cultivo muy grandes y tienen riego, parece que lo dejaron abierto y ha estado penetrando agua de la orilla del terreno, debió encontrar un bache o el hoyo de una tusa, penetró y estuvo socavando poco a poco, pasó un automóvil pesado y se hundió”. Se trató de un evento aislado que fue solucionado.

Entre socavones, científicos, tuzas y los medios, en Zacatepec se creó una parafernalia que aún no tiene una explicación fehaciente pero que en el imaginario colectivo ahora señala a ríos subterráneos que bajan de la Sierra Nevada.

AFM

  • David Alvídrez

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