El socavón en Puebla, en Santa María Zacatepec, fenómeno geológico que causó controversia en propios y extraños de la región desde el pasado 29 de mayo, ahora a poco menos de cuatro meses ha perdido su encanto, hecho que es notorio a simple vista, puesto que varios puestos y comerciantes han desaparecido de la zona.
Actualmente a poco menos de cuatro meses, las largas filas en los miradores, las mesas llenas de comensales, familias en búsqueda de recuerdos como llaveros, playeras y gorras, en conjunto con el popular pan del socavón, han quedado prácticamente en el olvido, hecho que ha causado la migración de al menos una decena de comerciantes.
Hasta ahora, solamente dos familias continúan trabajando día con día en la espera de recibir nuevos visitantes, mismos que aún pueden acceder sus "miradores" y baños públicos por la módica cantidad de cinco pesos, así como adquirir desde una golosina, hasta cervezas preparadas y comida variada que es cocinada al momento por los locales. No obstante estos turistas acuden con menos frecuencia al recinto donde ya no se superan los 15 clientes por día.
En su entendimiento, los lugareños señalan que está baja de afluencia social se debe al repunte de contagios por la covid-19, así como la crisis económica que le acompaña a la pandemia y el regreso a clases, sin embargo, esperan que sea en próximas fechas cuando el Socavón regrese a su popularidad habitual, puesto que el fenómeno natural, sigue siendo un tema de conversación entre los curiosos.
Cabe destacar que los habitantes de la zona se dicen agradecidos por el turismo y el propio socavón, puesto que gracias a las ganancias obtenidas de la venta de productos y servicios, pudieron hacerle frente a la pandemia justo cuando se habían quedado desempleados, ejemplo de ello es la familia de Maricela Páez Sánchez, quien trabajaba en una fábrica y luego de la primera ola de contagios, fue despedida sin remuneración económica.
"La verdad si nos ayudó en su momento, de a poco pudimos pagar unas deudas que teníamos, hicimos un ahorro y hasta mejoramos nuestra casita para los turistas, en el regreso a clases de mis cinco hijos no tuve que preocuparme puesto que ya teníamos un colchoncito gracias al Socavón" apunto la madre de familia, quien señaló además que de haber sido por el atractivo turístico, no habrían podido continuar con su vida habitual.
Ahora los lugareños se mantienen a la expectativa de la afluencia social, no obstante saben que esto podría tardar bastante o bien, ser algo fugaz, por lo cual, ya se emplean en otros trabajos con la intención de no depender económicamente de las ganancias que produjo en algún momento el fenómeno natural de Puebla.
AFM