En los últimos cinco años comer algunos alimentos como la papa, la tortilla, la carne de res y el pollo se ha convertido en un lujo para los regiomontanos, pues estos cuatro productos han visto incrementar su precio en 98 por ciento, 35 por ciento, 23 por ciento y 62 por ciento, respectivamente.
Lo anterior ha generado una presión inflacionaria en platillos como el taco de papa por 91 por ciento; guisado de carne de res 30 por ciento; y el taco de pollo 61 por ciento.
Joana Chapa, directora del Centro de Investigaciones Económicas (CIE) de la Facultad de Economía de la UANL, mencionó que comparando los agostos de otros años contra este, no se habían registrado incrementos tan altos en los precios de los alimentos de la canasta básica en el estado.
“Incluso el alza en los precios de la canasta básica en agosto del 2017 contra agosto de 2022 no fue tan fuerte como en el 2017, que se dio el llamado gasolinazo”, refirió.
Los ingredientes para preparar un taco de papa, pollo o carne de res son: aceite, cebolla, tortilla. Así que el precio del aceite subió en agosto de 2022 comparado con agosto del 2021 fue de 35 por ciento, la tortilla 12 por ciento, la papa 37 por ciento, la cebolla 52 por ciento, carne de res 15 por ciento y el pollo 25 por ciento.
Entonces la presión inflacionaria del taco de papa durante agosto de 2022 fue de 35 por ciento, el taco de carne de res 18 por ciento y el taco de pollo de 26 por ciento.
Explicó que durante el periodo de agosto del 2017 a agosto de 2022, el incremento de precios en estos productos ha sido exponencial.
“Esto qué nos dice. En un horizonte más largo, esto se traduce que la presión inflacionaria está muy fuerte en los tacos de papa, así que en los últimos cinco años se ha encarecido mucho este alimento”, comentó la experta.
Johana Chapa lo adjudica a las consecuencias derivadas de las disrupciones de las cadenas productivas que se dieron durante la pandemia por covid-19 (2020-2021) y que todavía en este año hay secuela.
La experta consideró que esta tendencia de alza inflacionaria en estos productos u otros de la canasta básica se prolongará por todo el 2023. Mientras no se resuelva lo de la guerra entre Ucrania y Rusia esta tendencia continuará, ya que este hecho ha provocado el encarecimiento de granos a nivel mundial.
“Todavía nos falta para que lleguemos al nivel que es deseable de tres por ciento, que es la meta inflacionaria que tiene el Banco de México. Yo creo que nos vamos a ir todo el 2023 con alzas en el precio de los alimentos, para que se puedan ir compensando y regularizando. Una de las incertidumbres que hay en el mundo es el conflicto entre Rusia y Ucrania”, añadió.
De esta manera, las implicaciones para los regiomontanos seguirá siendo reducir el consumo de ciertos alimentos o sustituirlos. Y que a la larga estos aumentos en los costos perjudicarán a las familias con endeudamiento.
“Inflaciones altas impactan más a la población que menos tiene”, concluyó la directora del CIE.
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