La imagen de un bebé abandonado en plena calle de Tultitlán, Estado de México, dejado a su suerte por una joven pareja que poco después se entregó a las autoridades, es una escena que indigna y alarma. Sin embargo, no es un caso aislado, sino uno más de los mil 341 menores de entre 1 y 5 años que han sido abandonados en el país entre 2010 y 2023.
El abandono infantil ha seguido un curso preocupante en los últimos años, pues en 2023, la Secretaría de Salud documentó 144 casos, la segunda cifra más alta, solo superada por los 146 casos registrados en 2022.
- Te recomendamos Sheinbaum plantea atender causas para evitar casos como el bebé abandonado en Tultitlán Política

Los informes anuales de lesiones de la dependencia revelan que cada historia de un menor abandonado está ligada a la desaparición, la precariedad económica de los progenitores y la falta de oportunidades que priva a los niños de una vida digna y protegida.
Con el paso de los años, esta problemática se ha vuelto más frecuente. Entre 2010 y 2016, el promedio anual de abandonos en México era de 71 casos; sin embargo, entre 2017 y 2023, la cifra subió a 120, lo que representa un aumento de casi el 70 por ciento.
La geografía de los niños y niñas desamparadas también traza un patrón muy claro en el que la mayoría de los casos se concentran en la Ciudad de México, Estado de México e Hidalgo, pues estas tres entidades agrupan el 65 por ciento de los casos a escala nacional.
La capital encabeza la lista con 387 menores en esta situación desde 2010, seguida por el Estado de México con 306 y San Luis Potosí con 177. En las dos primeras entidades, la alta densidad poblacional juega un papel clave, mientras que en la tercera, la precariedad económica es el principal factor de riesgo.
El hogar, que debería ser un refugio seguro, se convierte en el escenario donde inicia el abandono. Las cifras muestran que en 522 casos fueron las madres quienes dejaron a sus hijos a su suerte, seguidas por los padres en 270 casos. Otros familiares también han sido responsables en 214 ocasiones.
El impacto del abandono infantil no distingue género. De los casos registrados, 666 corresponden a niños y 674 a niñas, una diferencia mínima que confirma que la vulnerabilidad es compartida por ambos sexos. No hay un perfil específico de víctima, sino una realidad que afecta por igual.
De acuerdo con informes en la materia de Reinserta, este problema no se resolverá con llamados de atención a los progenitores, en su mayoría jóvenes menores de 23 años. Se requiere la implementación de estrategias de prevención y una red de protección efectiva para evitar que más niños terminen desamparados en las calles del país.
CHZ