La alta demanda de carne porcina en el país, derivado de un desabasto en países de Asia, provocó que el precio por kilo de este alimento supere los 80 pesos, lo cual tiene a las amas de casa leonesas al borde la imaginación para hacer rendir más el gasto.
En un recorrido por la zona Centro, en específico en el Descargue Estrella, Milenio constató que el precio de unas chuletas ahumadas, que normalmente no superaban los 40 pesos por kilo en varios establecimientos, ahora cuesta hasta 55 pesos.
Los carniceros también han resentido el incremento, al señalar que sus ventas se han ido a la baja, porque "las señoras no alcanzan a llevar a veces ni el kilo de carne".
"Muchas señoras vienen en sábado para comprar todo lo de la semana y sí se enojan, como que se molestan cuando ven los precios, pero qué le va a hacer uno si a ese precio nos lo venden", dijo Jorge Méndez, carnicero.
Metros más adelante se encontraba la señora Juana Espinoza, quien fue abordada por este medio justo en el momento en que veía cuánto del diario semanal podía disponer para comprar carne de pollo.
"Es que de verdad, cada vez rinde menos el dinero; ahora estoy viendo si llevo más papa para ponerle al caldo, yo creo que sólo voy a llevar medio y unas patitas para darle sabor", reconoció.
Su sueldo de mil 200 pesos semanales, más el de su hijo y su señor esposo, que en total dan un promedio de 4 mil 900 pesos cada siete días, dijo que no son suficientes para cubrir las necesidades básicas de su casa.
"Es la comida, el gas, la luz, el agua aunque a veces ni llega a la colonia, todo se junta y aquí nos tienen con el Jesús en la boca, viendo cómo hacerle pa' que rinda", dijo con tono de molestia.