Supervía Colosio: excelente para los automotores, riesgosa para peatones

Es evidente el esmero dedicado en los trabajos por centenares de personas, desde los especialistas de escritorio, hasta quienes hacen del pico y la pala su habitual forma de ganarse la vida.

En las banquetas hay riesgos reales, como hoyos y metales sobresaliendo del terreno. (Alejandro Evaristo)
Alejandro Evaristo
Pachuca /

Desciende del transporte público sobre avenida Luis Donaldo Colosio, muy cerca de la encrucijada con Felipe Ángeles, y empieza a dar sus primeros pasos hacia la oficina, como lo ha hecho cada mañana desde hace al menos un par de años.

La distancia entre el paradero y su trabajo es de unas cuantas cuadras y bien podría bajar más cerca, pero desde que la empresa se trasladó a su nueva ubicación decidió que era una buena oportunidad para ejercitarse un poco, por ello sigue la misma rutina cinco veces por semana.

​Luego de varios meses de hacer el mismo recorrido cada mañana, sabe bien dónde están los escalones, en qué zonas las banquetas representan un riesgo e incluso los sitios a ser evitados para evitar algún tipo de incidente, ya sea por el constante flujo vehicular o porque la acera, simplemente, no existe.

Esa mañana todo parecía normal. La única diferencia era una barrera preventiva, de esas que colocan cuando hay una obra en proceso, fuera de su sitio, pero no le dio mayor importancia.

Conocía y había visto el desarrollo de los trabajos del puente atirantado y tenía plena certeza de sus pasos. Al menos eso creía.

Para su infortunio, dos tornillos sobresalían del piso sin que hubiese un aviso preventivo o al menos una cinta de esas que señalan riesgos. Tropezó y cayó de frente. Tres hombres que circulaban en dirección contraria le ayudaron a incorporarse y después siguieron su camino.

En los desperfectos sobre la vialidad sí se colocan señales preventivas. (Alejandro Evaristo)

Cuando llegó a la oficina, su mano derecha estaba completamente inflamada por el golpe y su movilidad era nula, solo intentarlo resultaba un verdadero suplicio.

En algún momento de la mañana pidió permiso para ir a un médico. Acudió a la consulta en una farmacia cercana y le recetaron desinflamantes y también medicamentos para mitigar el dolor, además de una orden para una radiografía a fin de poder descartar cualquier lesión.

Por fortuna la cosa no pasó a mayores, aunque gastó poco más de 500 pesos que, por supuesto, no estaban contemplados en la estrategia económica semanal.

¿A quién reclamar?, ¿a quién responsabilizar?, ¿a quién exigir?


Constante carga vehicular

Al ser una de las principales en la ciudad de Pachuca, la hoy conocida como súper vía Colosio siempre mantiene una enorme y constante carga vehicular, pues va desde la salida a Ixmiquilpan hasta el inicio del llamado Corredor de la Montaña, en ambos sentidos, y ha sido intervenida por funcionarios y personal de Obras Públicas desde hace meses con la edificación de puentes, distribuidores viales y demás.

Ni duda cabe, está planeada para la circulación de automotores y eso es un hecho evidente.

Los responsables de su trazo y ejecución no consideraron a los peatones y la prueba está en que a lo largo de sus más de 16 kilómetros de longitud hay apenas 11 puentes peatonales y muchos menos pasos seguros o semaforizados, a pesar de haber zonas con bastante movimiento de personas.

Las obras en ese tramo llevan meses y nadie puede negar que los carriles y la vía con sus señalamientos están quedando bien bonitos y funcionales para quienes deben conducir un vehículo impulsado por quién sabe cuántos caballos de fuerza.

Es evidente la planeación, las horas y horas de cálculos para maximizar su funcionalidad y el esmero puesto en los trabajos por centenares de personas, desde especialistas de escritorio gustosos de salir ante cámaras y micrófonos a ofrecer pormenores de los avances, hasta quienes hacen del pico y la pala su habitual forma de ganarse la vida.

Pero, ¿en verdad estará en tan malas condiciones como para hacer de una caminata normal una aventura de riesgo?

El recorrido

Parecería imposible que en una vía de tamaña importancia caminar represente un riesgo. Había que comprobarlo. El recorrido inició justo en el puente peatonal ubicado en Cenhies, en sentido hacia Actopan. Menuda sorpresa.

A los hoyos en el piso, las varillas y metales descubiertos surgidos del encementado o la tierra, las alcantarillas descubiertas, los escalones y los tramos en donde la banqueta pareciera solo ser un deseo incumplido, hay que agregar ese cuestionado actuar de empresas, talleres, taquerías y demás comercios que hacen del espacio destinado al peatón parte importante de su negocio.

Ni hablar de quienes se sienten dueños de la vía y estacionan sus vehículos sobre el andador sin importar que los peatones deban incluso descender al arroyo vehicular para poder avanzar...

Hermosas jardineras en el Poder Judicial

A lo largo del recorrido efectuado, se pudo constatar que efectivamente hay zonas que representan un peligro por las pésimas condiciones en que se encuentra la vía peatonal: hay hoyos, coladeras destapadas, escalones imposibles para personas con problemas de movilidad y decenas de obstáculos más.

Sin embargo hay algunos tramos que son sencillamente hermosos, como el tramo correspondiente al Poder Judicial de la Federación, donde las banquetas no existen, aunque en su lugar colocaron unas jardineras preciosas y bien cuidadas...

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