El personal de salud se caracteriza por su profesionalismo y apego a la ciencia; sin embargo, esto no evita que sus integrantes crean en supersticiones, lo que los lleva o evadir o realizar acciones en particular con el fin de tener una jornada tranquila, por ello aquí te compartimos cuatro supersticiones de estos profesionales.
La palabra prohibida
En primer lugar está la palabra prohibida. Entre el personal de todas las áreas y especialidades es bien sabida la existencia de una palabra que en cuento es pronunciada cambia el rumbo de la jornada, es: tranquilo.
Ya sea utilizada en frases como “todo está tranquilo”, “hoy está tranquilo”, “que bueno que está tranquilo”, de acuerdo con el gremio, cuando se está en guardia o servicio, está estrictamente prohibido utilizarla, ya que es considerada de mal augurio.
En cuanto es dicha en automático las cosas cambiarán y la carga de trabajo aumentará, ya sea con un mayor número de ingresos, o con la repentina gravedad de los pacientes ya internados.
Gato negro boca abajo
Otra de las supersticiones que aparentemente resulta efectiva es el gato negro boca abajo. Consiste en dibujar un gato negro en una hoja o pizarrón boca abajo, esto como símbolo de buena suerte. Se hace con el fin de tener una buena guardia, con un número estable de pacientes que permita una mejor atención a los mismos, así como tiempos de descanso para el personal.
"El salado"
También existe el salado, que es un integrante que sin importar los rituales, día, hora o área en la que se encuentre, siempre traerá consigo mala suerte, provocando así dificultades durante la jornada.
Luna llena: señal de partos
Por último, la luna también es un factor a tomar en cuenta, ya que el personal de ginecología y pediatría consideran que cuando hay luna llena o eclipses, la cantidad de trabajo relacionada con nacimientos, nacimientos prematuros y complicaciones durante el parto se agravará, tanto en número de ingresos como en complejidad.
FM