Aún sin el impacto de un huracán, la zona sur de Tamaulipas colapsa con lluvias intensas, señaló el historiador Francisco Ramos Alcocer, en lo que llama “inundaciones relámpago”, que no se podrán resolver mientras no se construya la infraestructura de drenes necesaria.
“Son precipitaciones pluviales normales, pero con intensidad y duración suficiente para cubrir zonas bajas y avenidas, causando muchos trastornos a la vida de la ciudad y tomando a las autoridades desprevenidas”.
Mencionó que la zona conurbada está condenada a padecer esta problemática, hasta que no pase una tragedia y los gobiernos tomen conciencia de la necesidad de invertir en este tipo de infraestructura.
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Ramos Alcocer sostuvo que si sociedad y gobierno no están preparados para estas “inundaciones relámpago”, mucho menos en el caso de un huracán que se pudiese acercar. “No estamos preparados para un desastre en la actualidad, todas las autoridades se verían superadas, lo primero que se suspende es el servicio eléctrico y se tendrían que dejar de usar los celulares, tecnología sin la cual no podemos vivir”.
Advierte que la población no tiene cultura de prevención en el sur de Tamaulipas y en toda la cuenca del Pánuco, por lo que no se podría responder adecuadamente en caso de una gran inundación y más aún porque las autoridades no realizan simulacros.
“El nuevo fenómeno son las inundaciones relámpago, un ejemplo claro fue lo sucedido en 2017 y 2018 con una lluvia intensa de una hora, que desquició algunas calles y arterias principales”.
Afirmó que los cuerpos de emergencia del sur de Tamaulipas y norte de Veracruz se verán rebasados y saturados en caso de un huracán de cualquier categoría, pero aún sin este fenómeno, con las “inundaciones relámpago” está latente el riesgo de que colapsen muchos servicios.
“Uno de estos servicios son los del área de la salud, lo vemos tan solo con una fuerte lluvia, ¿y qué se está haciendo al respecto? nada”, concluyó el historiador.
SJHN