Son las 11:00 de la mañana, el sol abraza la copa de los árboles que viven en el Parque del Maestro que, a esa hora de la mañana están siendo regados mientras Suri Ramírez Sánchez y Marcos Daniel Badillo buscan una sombra sentarse a abrazarse y platicar de sus proyectos, sus vidas y un futuro que, muchas veces, ven incierto.
Se conocieron por redes sociales durante pandemia, así empezó su historia y tras un año cuatro meses de conocerse, saben que hay una fuerte empatía para seguirse amando.
“Nos conocimos por Facebook, así que empezamos a mandarnos mensajes y ¡oh sorpresa! estudiaba en la misma secundaria que yo, pero no nos conocimos de forma presencial porque estábamos tomando clases a distancia por la pandemia.
“Aunque en ese momento ella tenía novio, pues yo seguí comunicándome con ella, pero después terminó con su relación y seguimos platicando por redes sociales, pero nos conocimos cuando bajaron un poco los casos de pandemia y ya no eran tan fuerte las restricciones”, indica Marcos.
Salieron de secundaria y, Marcos de 18 años no logró pasar el examen universitario, “pero seguiré intentándolo, por lo que ahora puedo venir dos veces por semana para poderla ver, dejarla en la escuela y esperarla”, dice el joven.
Y es que, durante un año se comunicaron por mensajes de texto o de voz, pero llegó el día de que tenían ganas de conocerse en persona, así que se citaron en el parque principal de Atotonilco El Grande, de donde son originarios, y ahí fue el flechazo.
“Cuando la vi por primera vez en persona se me hizo muy bonita y me encantaron sus ojos”, recuerda Marcos, mientras que Suri agrega: “yo sentí muchos nervios ese día porque era la primera vez que lo conocería en persona, además de que es muy diferente estar hablando en línea que en persona.
“Pero cuando lo vi, dije: ‘ay, está bien guapo’, así que desde ahí empezamos a andar, nos llevamos bien y decidimos ser novios”, platica la joven estudiante.
De la pandemia, coinciden, aprendieron la importancia de la comunicación en persona, “porque suele ser más difícil el mensaje de texto o estar detrás de una pantalla”, explica Marcos, mientras Suri indica que aprendió a tener paciencia, “porque yo soy muy impaciente y no me gusta esperar, situación que he manejado, además de la comunicación presencial, que es importante para expresar lo que se piensa, además aprendí la importancia que tiene el ser empáticos”, dice.
Ambos comparten que, entre las pocas horas que se ven entre semana, hablan del futuro, aunque es primordial vivir el presente y no preocuparse de más, “pero sí tenemos metas a largo plazo como el continuar estudiando una carrera universitaria y ya después poder compartir una casa juntos, porque sí nos gustaría vivir esa parte”, expone Marcos.
Suri indica que ella quiere estudiar Medicina o Pedagogía, mientras que Marcos desea ser abogado, “pero el futuro lo vemos un poco difícil porque queremos estudiar cosas diferentes, pero no queremos pensar en eso, por eso solo vivimos el día a día porque el futuro siempre es incierto, como lo fue en algún momento la pandemia”, concluyó Suri, no sin antes abrazar a Marcos, quien le indica que es parte importante de su vida.