Consuelo Alcalá Barajas tiene 48 años radicando en los Estados Unidos aunque es originaria de Guadalajara, ha visitado a la Virgen del Rosario por nueve años consecutivos y trae a toda la familia a disfrutar de la Ruta del Peregrino, este año no fue la excepción.
Comentó que durante los años que ha caminado le han tocado vivir experiencias fuera de lo normal en el tramo conocido como el Cerro del Espinazo del Diablo, que se encuentra en el municipio de Atenguillo.
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“Yo tengo nueve años haciendo esta caminada, por siete años subí los cerros, a mí el que me fascina es el Espinazo del Diablo y el primer año que yo caminé traje a una amiga salvadoreña, entonces nosotros nos tomamos fotos en el Espinazo del Diablo cuando subimos y cuando ya teníamos las fotos aparecían puras figuritas”, relató.
Incluso en una ocasión su esposo al cargar con una pertenencia de ella le tocó vivir un martirio al recorrer el paraje hasta llegar al tramo de las Cruces donde se volvió a encontrar con la señora Consuelo.
“En el siguiente año que mi esposo caminó solamente le preste mi lámpara y llevaba sus pastillas en la mochila y él caminaba así como un gorila por qué se sentía cansado y le dice un yerno, ‘¿pues qué trae en la mochila?’ Pues nomás la lámpara y las pastillas y le quitaron. Las cosas y la lámpara no apareció, y él cuando pasamos un Río del Espinazo ahí pudo levantar su espalda y dijo que ya estaba liviano, pero creo que estaba cargando a un cuñado y un sobrino que habían fallecido”, dijo.
Ella agradece a la Virgen del Rosario por otorgarle a tres mujeres dentro de sus nietos, ya que de los 16 que tiene, 13 eran puros varones, hasta que le pidió a la Virgen del Rosario que su hija pudiera embarazarse y tener niñas.
Consuelo invitó a la gente que no ha caminado la Ruta del Peregrino para que visiten a la Virgen, para que sean testigos de los paisajes, gastronomía y la fe que contagia a las multitudes.
“Que le pidan a la Virgen con mucha devoción que tengan fe, claro que Dios nuestro señor está primero, pero la Virgen hace todos los milagros y que vengan a vivir está experiencia tan hermosa todos los que viven en México”, aseguró.
Desde Lagos de Moreno a pagar su manda
El señor Juan oriundo de Lagos de Moreno camina año con año a Talpa a agradecer un milagro que la virgen le concedió, su manda no la ha quebrantado por la fe que le y fidelidad que le tiene a la imagen sagrada.
“Mi manda es de una operación que me hicieron de una hernia que tenía en el disco, ella (la virgen) me curó yo le pagué también estoy pagando su manda a la Virgen de Talpa ya me iban a operar a mí me iba a quedar inválido y gracias a mi madre santísima de Talpa pues gracias a Dios no se ocupó la operación yo sí creo en ella hay gente que no cree yo respeto, pero yo sí creo en mi Virgen Santísima de Talpa”, dijo.
Sin importar el cansancio Juan emprendió su viaje desde Guadalajara, caminando día y noche para poder llegar a cumplir su manda y promesa.
“Hice tres días caminando también espinado con llagas y todo gracias a Dios nos fue bien, pasamos fríos también hambre, tengo dos niños y una niña, pero venimos con todo el sacrificio”, dijo.
Comentó que hace varios sacrificios para poder llegar ante el altar y agradecer otro año más de vida, agregó que los habitantes de Talpa de Allende son muy hospitalarios y enfatizó el agradecimiento a este medio de comunicación por dar voz a los peregrinos y destacar sus historias de vida, ya que para ellos son un milagro viviente.
A pesar de solo ir con lo más indispensable Juan se siente orgulloso por un año más de vida, lleno de fe, esperanza y mucho amor por la virgen de Talpa con la que se encuentra más que agradecido por otra oportunidad de vida.
En su andar por la ruta del Peregrino ofrece a la gente Rosarios de acero para solventar sus gastos y así comer, descansar y poderse regresar a Guadalajara en camión.
JMH