En Tamaulipas todavía se utiliza leña en algunas viviendas para cocinar alimentos, lo que pone a las familias en grave riesgo durante la temporada de bajas temperaturas cuando llegan a echar mano de este material como único energético para mitigar el frío.
En el estado se tiene un registro de 1 millón 050 mil 737 hogares de acuerdo con el Censo Nacional de Población y Vivienda 2020 y se estima que 44 mil 020 ocupan troncos, ramas y trozos de madera para hacer fuego y cocinar sus alimentos e inclusive calentar el lugar donde viven.
Es decir, ocupan leña alrededor del 4.2 por ciento de las viviendas censadas en la entidad, y según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares (Enigh) apenas la mitad cuenta con chimenea o algún ducto para expulsar el humo.
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Los fogones abiertos dispersan el humo por toda la casa, lo que puede producir irritación de ojos, garganta y enfermedades respiratorias como la bronquitis y la neumonía. Además existe el riesgo de inhalación de químicos dañinos como el monóxido de carbono.
A nivel nacional, en el 11.3% de las familias se acostumbra a usar leña o carbón como su principal energético, mientras que Tamaulipas con el 4.2% se ubica en el lugar 21 en dicho rubro.
Solo en el 53% de los casos, 23 mil 378 hogares tamaulipecos, se tiene la posibilidad de que salga el humo al exterior, situación que refleja la gravedad de la problemática en términos de pobreza y riesgos a la salud de las familias.
Experto señala
Luis Álvarez, médico particular en Tampico, señaló que por lo general son los municipios de mayor pobreza, el altiplano y toda la zona rural donde se focaliza este indicador, pero advierte que no por ello debe de minimizarse como un problema de salud pública.
“Es muy peligroso que todavía se siga usando leña y sobre todo dentro de los hogares porque es algo que tarde o temprano terminará ocasionando fuertes problemas de salud, incluso poniendo a las personas en la antesala de la muerte”, comentó.
Uno de los principales riesgos, explicó, es que las personas que respiran todo ese humo pueden llegar a sufrir enfermedad pulmonar obstructivacrónica.
“Esas familias usan la leña no solo para cocinar y ya, sino también para protegerse de las bajas temperaturas y eso es muy peligroso, viven donde el frío pega más fuerte y no tienen más alternativas, son lugares de mucha pobreza".
Ante ello, demandó que las autoridades estatales intervengan, que la Secretaría de Salud envíe personal hasta esos lugares para advertir sobre estas prácticas que representan una amenaza para sus vidas y que la dependencia que combate la pobreza haga lo propio.
SJHN