En el ejido San José en el municipio de Gómez Farías, más conocido por los turistas como “El Cielo” vive Don Elpidio, tiene 77 años, llego a los 17 años del estado de Hidalgo pero gran parte de su vida ha estado en esta parte de la sierra. Fue uno de los fundadores de la localidad y junto con su familia día con día contribuye a mantener este paradisiaco lugar.
Para llegar hasta el ejido es necesario subir desde Gómez Farías por un camino de terracería a lo largo de tres horas, en un trayecto donde se puede observar el cambio de ecosistemas tan característico de esta biosfera desde el bosque de neblina, hasta el bosque tropical al igual que los cambios de temperatura e incluso el cambio de color en el suelo por los distintos minerales. También encontramos 743 especies de árboles y arbustos, de las cuales 9 son endémicas. Además de 56 especies de orquídeas.
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La venta de palmilla es uno de sus ingresos pero no el principal, “Yo voy porque no quiero perder la tradición”. Señala que solo algunos de sus compañeros tienen la fortuna de dedicarse únicamente a este sector, pues llegan a ganar hasta 6 mil pesos por semana “del puro monte vive él”, mientras hace los ramilletes que serán enviados el fin de semana fuera del país.
Su principal ingreso es el turismo pues el Ejido San José en la Biosfera del Cielo cuenta con diferentes atractivos como la cueva del agua, el sendero del oso, viveros entre otros. Y también actividades como escalada de montaña en el cerro de la campana, tirolesa y montar a caballo, todas tienen que ser supervisadas por un guía.
En cuanto a la comida es un deleite, los habitantes se encargan de preparar los alimentos para los visitantes al gusto de cada familia. Todo tiene que ser planeado con tiempo, pues se tiene que conseguir la materia prima para crearlos.
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Recolección de palmilla
Don Elpidio se adentra en el bosque alrededor de 5 kilómetros con su caballo en busca de palmilla la cual se encuentra en un clima cálido parte de este ecosistema. Una vez ya recolectada, la reúne en pequeños ramilletes que cada semana entrega para que sean exportados. El costo del ramillete hace algunos años era de 5 pesos pero por fortuna señala hoy lo venden en 15 pesos. Después seleccionan la mejor palmilla y se envía a Estados Unidos para crear arreglos florales pero también es utilizada para crear la peculiar tinta del dólar.
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Coronavirus y el Cielo
El sustento de la comunidad es el turismo pero el 2020 fue un año con muchos cambios para el mundo entero y la llegada del coronavirus dificultó una vida ya establecida y segura.
En marzo todo iba con normalidad, se llevó a cabo la fiesta ejidal, evento sumamente importante para la comunidad, pues es el día del santo patrono San José, “se festeja con comida baile, juegos y se iba a cancelar por lo del covid”, pero lograron celebrarlo.
Sin embargo, poco después la autoridad estuvo en el lugar para informarles que no podían permitir el ingreso de personas ajenas al ejido y establecieron medidas que tuvieron que seguir incluso en semana santa, periodo sumamente importante para esta localidad por la derrama económica que perciben. Fue muy complicado solventar en esos meses pero nunca perdieron la esperanza.
“Es muy raro que usaremos cubrebocas entre nosotros”, señala un habitante al ser cuestionado por la falta del cubrebocas, menciona que no han sido contagiados por la enfermedad a pesar de que los visitantes continúan asistiendo.
En la actualidad, continúan con el turismo ecológico, puesto que las autoridades les han permitido continuar y para ellos es de suma importancia, en sus rostros se ve la alegría y el gusto que tienen de mostrar su hogar y compartirlo.
SJHN