Cohetes y disparos al aire, costumbres de fin de año

Unidades de emergencia y autoridades de Protección Civil piden evitar el uso de artificios pirotécnicos y realizar detonaciones con armas de fuego.

Servidores públicos solicitan que su uso sea supervisado por un adulto para evitar accidentes en menores de edad.
Pablo Reyes
Altamira /

La popularidad de los fuegos artificiales fue creciendo con el paso del tiempo desde el siglo XIX después de la Independencia de México. A pesar de que fueron inventados en China, en el siglo IX, para dar realce a diversas ceremonias, esta tradición se arraigó en México y son utilizados para la celebración de fiestas o fechas importantes.

La mayor demanda de estos artefactos elaborados a base de pólvora es precisamente en la recta final del año, primero en la nochebuena y posteriormente con mayor énfasis para dar la bienvenida a un nuevo año. La pólvora fue introducida a México por los españoles, principalmente para cargar sus mosquetes, antiguas armas de fuego de infantería y que se caracterizan por cargarse a través de la boca del cañón.

Posteriormente comenzó la producción de fuegos artificiales artesanales en Tultepec, al norte de la Ciudad de México, lugar que sigue siendo el de mayor producción de pirotecnia. La industria es artesanal, las producciones están concentradas en familias dueñas de talleres y pequeñas fábricas con un gran número de permisos autorizados por la Secretaría de la Defensa Nacional, y deben mantener normas altamente estrictas.

Al respecto, el cronista del municipio de Altamira, Francisco Castellanos Saucedo, comenta que la tradición del uso de la pólvora fue traída por los colonizadores y se arraigó con fines de celebración en todos los pueblos de México.

Aunque son de uso común por las personas, las autoridades de emergencias y primeros auxilios no han dejado de hacer los exhortos para que no se permita el uso de pirotecnia a niños sin supervisión de un adulto para evitar algún posible accidente. El jefe de guardia en la Cruz Roja Delegación zona sur, Juan Miguel López Cortés, mencionó que hace dos años atendieron al menos una decena de incidentes en donde se vieron involucrados los artefactos elaborados a base de pólvora. Inclusive menores se han amputado alguno de sus dedos al explotarles en la mano los llamados cohetes. Ante esta situación, llaman a hacer conciencia por parte de la ciudadanía. Esperan mantener el saldo blanco del año pasado.

Tiros al aire en los festejos

Otra costumbre para recibir el año nuevo es hacer disparos al aire sin medir las fatales consecuencias que esto podría traer.

Ha pasado a nivel nacional y también en otros países, que inocentes han fallecido al ser alcanzados por las llamadas “balas perdidas”, que no son producto más que de un festejo y la falta de conciencia de la gente. Aunque no está documentado cómo es que inició esta mala práctica, el cronista vitalicio de Tampico, Josué Picazo Baños, mencionó que aparentemente todo comenzó en los años cincuenta después de la Revolución.

Acentuó que hace un tiempo se dio a la tarea de tomar la opinión de gente mayor de edad, cuya experiencia y vivencias sirven de mucho para las nuevas generaciones.

Al platicar con ellos, pudo constatar o conocer, que desde aquella época había personas armadas luego de la revolución, que para conmemorar o celebrar una fecha importante, hacían tiros al aire.

Innovan con la pirotecnia

La venta de fuegos artificiales ha tenido que ir en evolución con el paso de los años, y aunque en su mayoría hacen el mismo espectáculo, lo que cambia para innovar son los adornos, diseños o inclusive integran imágenes de personajes infantiles Vicente Sánchez Juárez, comerciante de productos elaborados a base de pólvora desde hace 10 años, señaló que la mercancía preferida de la gente son las luces, todo aquello que llame la atención de los niños.

Todos los colores y diferentes estilos son los que se encuentran en los tres puestos de venta de pirotecnia ya autorizados junto a la Laguna de Champayán en el municipio de Altamira.

En Tampico estaban finalizando los trámites para su instalación en los terrenos de la feria junto a la Laguna del Carpintero y en Ciudad Madero regularmente se colocan en Playa Miramar, aunque no han confirmado pues depende de la Sedena. En todos los puestos hay fuegos artificiales desde cinco pesos, que son los más pequeños, hasta las bazucas de chispas y humo de hasta 500 pesos

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