La confianza entre los vecinos en Tamaulipas ha descendido en los últimos cinco años, de acuerdo al estudio hecho por el organismo “México ¿Cómo vamos?”. Tan solo en el 2020, de cada 100 habitantes, existen 35 que manifestaron no estar seguros o ser excluidos por habitantes de su misma calle o colonia.
Dentro del estudio del Índice de Progreso Social, efectuado por la referida asociación civil en colaboración con el Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (Incae) y Social Progress Imperative, el estado presenta en este subcomponente del rubro oportunidades una carencia o avance entre su sociedad civil.
Esta tasa mostrada con información pública, principalmente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), creció 5 puntos porcentuales en comparación con el 2012, cuando se encontraba en un 30 por ciento de ciudadanos quienes dijeron alejarse del resto de la población por diversos motivos como orientación sexual, raza o sexo.
Ese nivel es similar al reportado en el 2015, prácticamente en los mismos números. Como diferencia, la evaluación se efectuó en aquella ocasión con hechos de inseguridad registrados en colonias de alta población como en carreteras del estado.
Dentro de las labores de combate a los delitos del fuero común, la Secretaría de Seguridad Pública indicó en mencionadas ocasiones a las familias dejar a sus vecinos la vigilancia de sus casas o propiedades, en caso de salir fuera de la ciudad de vacaciones o alguna urgencia fuera del municipio que habitan.
Evaluación por entidades
La entidad está en la posición 21 en el ranking nacional. En Nuevo León, con más del doble de habitantes el estado colindante, registra un 72.6 por ciento de su gente segura con sus vecinos, la más alta de todo el país. En contraparte, el 53.2 por ciento de la ciudadanía en Guerrero manifestó tranquilidad y convivencia con extraños, el número más bajo.
El estudio publicado por la organización expone en tres áreas, necesidades humanas básicas, fundamentos del bienestar y oportunidades, las fortalezas y debilidades de cada estado, como “áreas a mejorar” para una calidad de vida adecuada.