Esa noche Tampico estaba de fiesta y hasta la luna de octubre se veía opacada por el colorido espectáculo de luces en el cielo que se reflejaban sutilmente sobre la laguna del Carpintero, al tiempo que iluminaban a la estrella del momento: El Espacio Cultural Metropolitano.
El majestuoso edificio estaba siendo inaugurado. Un nuevo capítulo en la historia de la ciudad comenzaba a escribirse, dejando una huella indeleble y un patrimonio tangible que trajo un toque de modernidad a un sur de Tamaulipas ávido de este tipo de infraestructura en aquel entonces.
Por fin el arte y la cultura tenían dónde expresarse. El nuevo recinto, admirado por propios y extraños, llenaba de orgullo a pueblo y gobierno. Se le llamó “El Metro” y desde entonces es el mejor lugar para quien anhela recrearse en la expresión de la belleza.
En su presentación se dijo que el imponente inmueble tenía una capacidad para 1,170 personas y estaba equipado con tecnología de punta para poder apreciar la ópera, la danza y el teatro. Contaba con sonido de primer nivel a través de un espectacular diseño acústico.
Aquí, arquitectura y naturaleza se fusionan para darle un toque de magia que hace único al emblemático sitio ubicado a un costado de la laguna del Carpintero. Hoy a sus 17 años recién cumplidos el pasado 4 de octubre, “El Metro” espera impaciente el momento de volver a subir el telón, porque el espectáculo debe continuar.
120 mil personas al año
El Espacio Cultural Metropolitano recibe cerca de 120 mil personas al año, pero apagó sus luces desde marzo porque la pandemia de coronavirus obligaba a prevenir la dispersión de contagios.
En este momento se encuentra listo para reabrir sus puertas pero en la fase 2 solo pueden hacerlo al 25% de su capacidad y no es rentable para los productores, así que esperarán un poco más. En tanto se da la reapertura de espectáculos, se planea reactivar los talleres de lectura a través de las redes sociales.
Además se desarrollan otras actividades a través de las plataformas digitales, como la presentación del concierto de aniversario con el grupo musical Tempus Quartet el pasado domingo.
Javier Martínez Padrón, coordinador de “El Metro”, refiere que durante estos meses de pandemia se aprovechó para dar mantenimiento al edificio, hacer reorganización interna, planeación de cursos y eventos virtuales.
Recuerdos de una obra que marcó a la ciudad
El espacio cultural empezó a construirse en 2001 siendo gobernador Tomás Yarrington y alcalde José Rábago. Su dirección fue encomendada a Elvia Holguera Altamirano, actual secretaria de Turismo en Tampico.
Ella se muestra orgullosa de haber sido testigo del crecimiento y evolución de “El Metro” durante trece años.
“Me siento emocionada en cada aniversario, porque trabajé con las integrantes del patronato de construcción para obtener el recurso y cristalizar esta obra que primero se contemplaba como un teatro hasta convertirse en el proyecto del Espacio Cultural Metropolitano”.
Para lograrlo hasta “botearon”, pues la inversión no era menor. Se tuvo que trabajar duro organizando bailes e involucrando a la población en sus actividades hasta que se pudo poner la primera piedra en 2001. Vibra al recordar cómo fue el conseguir que artistas locales, estatales y nacionales se presentaran ante una ciudadanía que estaba deseosa de nutrir su alma con las expresiones del arte.
Sin embargo, no se puede hablar de este icónico lugar sin mencionar a la presidenta del Patronato, Gilda Appedole de García, una de las principales impulsoras del proyecto y cuyo legado es reconocido. Como parte del acto inaugural se presentó la obra “Les Ballets de Montecarlo”, bajo la dirección de Jean Christophe Maillot, que cautivó a todos los presentes. Su costo final fue de 350 millones de pesos.
“El Metro” cuenta con una superficie de 27,000 metros cuadrados y se logró bajo la intervención creativa de Eduardo Terrazas, especialista en Arquitectura y Urbanismo, quien presentó un diseño contemporáneo, con muros de granito, acero, aluminio y cristal.
lpr