A la señora Martha Mendoza Hernández le dijeron que a su hijo lo vieron en Michoacán y hará el viaje desde Tamaulipas con la esperanza de encontrarlo, luego de haber desaparecido el 25 de septiembre del 2014.
Recordó que en 2014 secuestraron a su hijo y pagó ella misma el rescate, deshaciéndose de lo poco que tenía, pero al final no se lo entregaron, así que aprovechó el 8M para pedir justicia, junto con otras mamás.
“La gente que conoció a mi hijo me dijo que lo vieron en Michoacán, así que voy para allá del 14 al 27 de marzo, espero encontrarlo, espero encontrarlo con vida, pero Dios tiene la última palabra”, aseguró la mujer de 59 años.
Durante una protesta realizadas pacíficamente en la calle Díaz Mirón, a un costado de la plaza de Armas y en medio de la lluvia, la mujer se mantiene con ímpetu a pesar de que la pandemia, la cual ha frenado la búsqueda de miles de desaparecidos.
Mientras señala la foto de su hijo en una pancarta, la cual está en el suelo, refiere que “con la pandemia no se han podido realizar las búsquedas, porque de por sí todos los trámites eran lentos antes de todo esto, ahora con la enfermedad definitivamente no se puede”.
A veces con la voz a punto de quiebre, la mujer tampiqueña muestra su fortaleza y asegura que, después de Michoacán está la posibilidad de acudir a otra marcha en Baja California, misma que se realizará en el mes de abril de este año.
No es la única madre en busca de su hijo secuestrado
María del Pilar Arenas es otra mujer que busca a su hijo que fue secuestrado en Tampico en 2011, aseguró que ya recorrió cuatro estados y estima participar en dos búsquedas más, en nuevas entidades.
Es una mujer que en el día de la mujer acudió a la plaza de Armas a poner una manta sobre el suelo, sobre el agua de lluvia, para que su historia sea conocida y con ello exigir justicia a las autoridades federales y estatales.
“No nos detiene la lluvia, hemos pasado peores, desde el excesivo calor hasta el frío, por eso vamos a seguir con esto hasta el final", aseguró la mujer tampiqueña, que forma parte de un colectivo de búsqueda.
Una manta sobre el suelo dice “Tamaulipas buscando a sus retoños" y la señora María del Pilar no puede evitar acordarse que su hijo estudiaba mecatrónica, a quien lleva plasmada la foto de en el pecho y plasmada en una playera negra.
“Voy a seguir buscando porque muchas veces aparecen, algunas veces muertos, en condición de calle y no recuerda nada", responde ante una mirada perdida entre la plaza de Armas y su cubrebocas mojado.
JKSC