Solo un endocrinólogo pediatra tomó protesta en la pasada graduación de médicos especialistas del Hospital Infantil Tamaulipas, debido a que estudiantes optan por especialidades ya saturadas en la Medicina.
El director electo de la Facultad de Medicina de la UAT, Raúl de León Escobedo, destacó que los endocrinólogos pediatras, y neonatólogos son dos de las especialidades que se requieren en el estado, puesto que algunos municipios ni siquiera cuentan con uno, para atender "enfermedades raras", a pesar de que son bien pagadas y tienen mayor acceso a la tecnología, pues atienden en el sector privado, incluso participan con laboratorios internacionales.
"Sería deseable tener uno por cada ciudad, y que cada institución de Salud contará con uno, pero a veces no ocurre; ciudades importantes como Reynosa, Matamoros, Laredo, y Tampico debería haber cinco o seis para que cada institución tuviera su propio endocrinólogo pediatra, lo que daría una calidad médica".
"Son especialidades muy cotizadas, porque no hay muchos, a ellos les va muy bien en la práctica privada, tienen la agenda llena, y tienen acceso a la tecnología, incluso ellos mandan muestras y participan en estudios internacionales, y forman parte de protocolos de laboratorios muy importantes, porque los laboratorios tradicionales no invierten en enfermedades raras porque hay pocos pacientes".
Asimismo, mencionó la importancia que tiene el endocrinólogo pediatra porque puede participar en protocolos de estudios de sus pacientes y de esa manera tener acceso a medicamentos gratuitos por parte de la industria farmacéutica.
El patólogo asumirá el cargo de director de la Facultad de Medicina el próximo 16 de marzo, y señaló la importancia de que maestros muestren a sus alumnos el camino a desempeñarse en bienestar del paciente.
"Yo lo diálogo con mis alumnos, porque traen la idea de ser cardiólogos, neurocirujanos o ginecólogos, y esas áreas de la medicina están saturadas, en cambio que está que mencionamos es un territorio muy promisorio, porque hay ciudades en el estado donde no hay ni uno solo, y el que llegue le va a ir bien, porque hay una gran necesidad", externó.
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Indicó que la carrera como especialidad demanda tiempo, porque son dos años para endocrinólogo pediatra, y de tres a cuatros años donde cursen la residencia.
Recordó que son muy pocos los que deciden por esta especialidad, y la muestra clara, estuvo en la graduación de especialistas del hospital infantil Tamaulipas.
"El viernes estuve en Ciudad Victoria en una ceremonia de graduación en el Hospital Infantil de Tamaulipas, ahí se graduaron pediatras, neonatólogos y endocrinólogos pediatras, muy poquitos porque efectivamente nos falta en el estado contar con más especialistas con ese nivel sólido de preparación, y ojalá se dieran más, pero el endocrinólogo pediatra, es el experto que necesitamos para que permita un tratamiento oportuno y el diagnóstico precoz", refirió.
VLSS