Los padres de familia han encontrado la solución a sus problemas con la toma de escuelas, es decir, impedir la entrada de alumnos y maestros para tratar de subsanar situaciones que afectan al entorno escolar.
En el mes de febrero, padres de familia de tres escuelas del sur (dos de Tampico y una de Altamira), han tomado medidas radicales como cerrar planteles para que la autoridad resuelva los problemas.
“Que los padres de familia tomen las escuelas y se manifiesten, están en todo su derecho”, recalcó el edil Juan Pizaña Martínez, integrante de la Comisión de Educación en el municipio de Tampico.
A pesar de tratarse de temas radicales el hecho de que dejen a estudiantes sin sus clases durante largos periodos de tiempo, han logrado llegar hasta las autoridades responsables de dar soluciones, así que las movilizaciones se han vuelto eficaces ante la omisión.
“Una escuela que se paró por falta de profesores, la Secretaría (de Educación) voltea de inmediato a ver este tipo de circunstancias y se le dio solución”, indicó el edil porteño, refiriéndose a la primaria Lucino Gaytán.
En dicha institución pública que se encuentra en la colonia Luis Donaldo Colosio, en la zona norte de Tampico, “los papás lograron que les repusieran los maestros faltantes frente a grupo, luego de llevar a cabo las protestas”.
Este lunes otro plantel educativo se quedó sin clases porque los padres de familia refieren que hubo irregularidades en el manejo de recursos que se obtienen de los proceso de inscripción, así como demás actividades.
SJHN