Unesco catalogará a humedal de Casa Naturaleza en Ramsar

Un recinto con importancia internacional, en un día normal llegó a recibir hasta 300 personas para conocer la historia del lugar rodeado de agua, fauna y vegetación

Casa de la Naturaleza de Tampico (Foto/Yazmín Sánchez)
Antonio Campos
Tampico /

El recinto es de gran belleza arquitectónica que destaca en una zona de mantos acuíferos y amplia vegetación. De ahí su nombre: La Casa de la Naturaleza. Desde su construcción han pasado 91 años. 

Quienes admiran por primera vez este inmueble de estilo holandés se sorprenden cuando conocen la historia que encierra. Fue la primera planta potabilizadora en Tampico. Se construye para abastecer de agua de buena calidad a la zona durante el auge petrolero. 

Casa de la Naturaleza Tampico | Cortesía


Se le llamó la “Planta Hidros” y funcionó por espacio de 30 años, tiempo que comprendió su concesión. Su operación benefició a los habitantes de la región, quienes por fin iban a tener agua, pues en aquellos años solo las familias adineradas contaban con pozos en sus hogares y había unos cuantos comunitarios para el resto de la población. 


La construcción 

La obra estuvo a cargo de la empresa Structor SA y duró aproximadamente tres años, siendo inaugurada el 28 de septiembre de 1929. La “Planta Hidros” se instaló sobre una península alargada denominada la “Isleta de los Naranjos”, que estaba rodeada por la laguna La Vega Escondida y el río Tamesí

Después de tres décadas dejó de funcionar y el inmueble quedó en el olvido. No se renovó la concesión, pero el servicio continuó brindándose en otro sitio. Tan bellas instalaciones no podían quedar en el abandono. 

El gobierno municipal ha buscado aprovechar la fusión de ese patrimonio industrial artístico edificado y la reserva natural que alberga flora y fauna en más de 20 hectáreas de territorio. No se ha concretado algún proyecto, pero se ha permitido la visita de la ciudadanía para admirar la riqueza natural y edificada. 

Planta potabilizadora, Casa de la Naturaleza en Tampico (Foto/Yazmín Sánchez)


Sin embargo, la pandemia de coronavirus obligó a cerrar sus puertas de manera temporal, poniendo en pausa también la gestión de los proyectos sobre la mesa, como el museo del agua y y un parque ecológico. En un día normal, la Casa de la Naturaleza llega a recibir más de 300 visitantes, afirma el director del inmueble José Luis de León Hurtado

Menciona que pese a la contingencia sanitaria se continúa trabajando en torno al objetivo de que la ex “Planta Hidros” sea catalogada como sitio Ramsar, es decir, humedal de importancia internacional especialmente para la conservación de aves acuáticas, de acuerdo con la Unesco

  


Hay todos los requisitos

El lugar reúne los requisitos pues hay una gran variedad de aves acuáticas, reptiles y peces que conviven en completa libertad en este humedal.



Desde el auge petrolero 

En 1921, Tampico tenía 44 mil 822 habitantes y una población flotante que superaba los 100 mil. Se había convertido en un lugar propicio para la producción de petróleo del norte de México. Ese factor atrajo a muchos trabajadores a un puerto que se transformó en el principal punto de exportación del llamado oro negro. 

Coyuntura que produjo una emergencia: dotar del vital líquido tanto a la población como a las plantas petroleras.Y es que el recurso hídrico cada vez era más escaso. 

Por ello urgía un sistema que garantizara agua de buena calidad de uso doméstico, industrial y comercial en esos momentos. Fue así como el entonces gobernador Emilio Cándido Portes Gil, quien tenía muy buena relación con el presidente Plutarco Elías Calles, gestiona esta magna obra, y a nivel central empieza el proyecto ejecutivo para hacer una planta de agua potable que atendiera la demanda de los diversos sectores. 

Casa de la Naturaleza (foto/Yazmín Sánchez)


El 26 de julio de 1926 la empresa Structor, SA, propiedad de Thomas A. Braniff Ricard, Manuel Cardoso y Ricardo Arteaga, gana la licitación promovida por el Ayuntamiento de Tampico con la anuencia del gobierno del estado para abastecer a la ciudad de agua potable, comenta el historiador Francisco Ramos Alcocer. 

Menciona que el 9 de julio de 1927, la administración estatal aprueba los trabajos conforme al contrato por 30 años celebrado entre las compañías “Hidros” y “Structor”

Casa de la Naturaleza de Tampico (Foto/archivo)


Es entonces cuando da inicio la construcción de la planta potabilizadora, situada en las cercanías de la laguna Tancol y La Vega Escondida, por lo que se tuvo que construir un puente para acceder desde la carretera. 

Este lugar era quizás el mejor situado con respecto a la captación de agua del río Tamesí. No en vano en 1915, la Compañía Mexicana de Petróleo El Águila, SA extraía el suministro para los procesos de refinamiento al interior de su refinería. 

Fue el 28 de septiembre de 1929 cuando decenas de personas fueron testigos de la culminación y puesta en marcha de esta obra que abasteció de agua a Tampico, Villa Cecilia (Ciudad Madero) y Altamira. Durante el tiempo que estuvo en funcionamiento se presentaron disputas entre los usuarios y la “Hidros” ya que varias familias se negaron a pagar el servicio argumentando que era muy caro

​lpr


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