Los niños se sorprendían, y los adultos también, cuando acercaban su mirada a uno de los telescopios instalados esta noche en el Trompo Mágico para ver el eclipse total de luna, fenómeno que coincidió con la primera superluna del año -cuando el satélite alcanza uno de los puntos más cercanos de la tierra- y además, de sangre por lo que se trató de un avistamiento único.
Sentados en cobijas sobre el pasto como si se tratara de un picnic, sí al aire libre pero con temperaturas bajas, o a pie de los aparatos, los cientos de asistentes apreciaban fascinados el fenómeno, que atrajo durante toda la noche al museo zapopano hasta a extranjeros.
No importó el frío, la hora, ni que este lunes habrá escuela y trabajo, ni siquiera el desabasto de gasolina, conforme avanzaba la noche las personas continuaban llegando, quizás porque sabían que un eclipse igual podrá volver a verse hasta mayo del 2021, o porque el hecho de poder admirar tan de cerca los alejados astros, llama e impone.
El eclipse avanzó lento, pero cada una de sus fases fue esperada con merecida paciencia, entre charlas de miembros de la Sociedad Astronómica de Guadalajara y aficionados, mientras se formaban filas en los telescopios de más alcance, como uno de 12 pulgadas de diámetro a través del cual los ojos curiosos de los reunidos hoy pudieron ver a detalle cada rincón de la cara expuesta de la luna, los cráteres de su superficie, y cómo se iba oscureciendo mientras la Tierra se interponía entre ella y el sol.
La umbra, fase en la que el astro se encuentra cubierto por completo por la sombra, descubrió la tonalidad roja que cubrió a la luna y que no se había podido admirar durante la penumbra, porque era opacada por la luz blanca que antes del eclipse predominaba en el satélite.
"Está padrísimo", decía uno de los niños que como muchos llegó con sus papás al Trompo Mágico; los menores se mantuvieron atentos y participativos, demostrando que la ciencia les interesa más de lo que se cree. De allí el llamado que hizo la sociedad astronómica a sus padres, de acercarlos a ella y apoyar a los pequeños que les interese, dejando de lado prejuicios.
El avistamiento fue parte del programa Matatena de la Ciencia, del museo infantil, en el que se invitan a expertos de distintos gremios para que expliquen qué es la ciencia. Además se nutre de una exposición en donde los visitantes pueden conocer cómo surgió la ciencia y jugar con miles de colores para entenderla.
En tanto, otros disfrutaron el eclipse desde casa, como Betty y Miguel, esposos que siguieron el fenómeno saliendo cada cierto tiempo a la cochera de su vivienda con binoculares en mano para no perdérselo.
El DatoEl eclipse coincidió con la primera superluna del 2019, cuando ésta se encuentra más cerca de la Tierra; y el fenómeno conocido como superluna, cuando toma un color rojizo porque los rayos del sol no le llegan directamente sino que se filtran a través de la atmósfera de la Tierra.Las dos fases de un eclipse son la Penumbra, sombra ligera que casi no se percibe y la Umbra, cuando se oscurece por completo.
GPE