Taxis piratas del sur de Monterrey operan entre la ilegalidad y complicidad de usuarios

Tanto conductores como habitantes del sector La Estanzuela y Fomerrey 45 argumentan que no hay un transporte eficiente que los lleve a sus casas, y los taxis con concesión no les dan servicio.

La colonia Fomerrey 45 se ubica sobre las faldas del cerro de La Silla. Foto: Carlos Ortega
Carlos Ortega
Monterrey /

Al menos 100 taxis piratas operan al sur de Monterrey, entre la ilegalidad y la necesidad, brindando servicio en las colonias altas, como Fomerrey 45 y La Estanzuela.

Daniel es chófer de una de estas unidades que todos los días salen por las calles del Área Metropolitana de Monterrey.

Él, en particular, recorre colonias aledañas como Satélite o Lagos del Bosque, pero también otros sitios como el centro de Monterrey, e incluso trabaja en los municipios de Juárez y Escobedo para “corretear la moneda”.

“A veces a la gente que es de aquí (Fomerrey 45), por ejemplo, si yo voy al centro le cobro 120 o 150, ellos (los taxis legales) te cobran 120 o menos”, dice Daniel reconociendo que los taxis con concesión son más baratos.

Explica que esto se debe a que su condición de taxi irregular hace poco probable que fuera de la zona de La Estanzuela las personas recurran a sus servicios con frecuencia.

“Nosotros cobramos un poquito más porque nos venimos solos”, dice.

Sin embargo, asegura que esto no ha sido impedimento para que los habitantes del sector acepten y recurran constantemente a sus servicios, la razón, dice, es simple: necesitan en qué moverse.

No hay otras opciones

La colonia Fomerrey 45 se ubica sobre las faldas del cerro de La Silla, únicamente con dos pequeños accesos para una basta población, muchos de ellos en asentamientos irregulares.

Ya sea por la avenida Paseo de La Hacienda y Antiguo Camino a Villa de Santiago o por avenida de La Luz y Paseo del Agave, la entrada es inclinada, llena de relieves y por demás estrecha.

Para los colonos que no cuentan con auto particular las opciones son pocas: caminar cerca de un kilómetro hasta el punto más alto del sector; acercarse tomando la Ruta 5 La Estanzuela o la Ruta 405 – Metrobús, o simplemente tomar un taxi.

“Antes de que estuviéramos nosotros, los taxis amarillos (con concesión) tuvieron la oportunidad de establecer una base (en la Fomerrey 45), pero no lo hicieron”, dice Daniel.
“Yo tengo entendido que lo que nosotros hacemos es un trabajo ilícito, pero tenemos que hacerlo, ya estamos pegados en esto”, justifica el taxista.

Habitantes los defienden de las autoridades

Al ser cuestionado sobre si los taxistas piratas de la zona han tenido problemas con la Secretaría de Movilidad del Gobierno de Nuevo León, el chofer narró a Telediario los desencuentros que han surgido debido a las operaciones irregulares de la flota de vehículos de alquiler.

“Fíjate que sí han venido y han agarrado carros, se han llevado de aquí y de San Ángel Sur, cuando alcanzan a llevárselos se los llevan, pero cuando no, la gente sale y te apoya, saben que el mismo servicio es para ellos”, asegurando que los vecinos de la zona defienden a los operadores de estos taxis.
“Los de movilidad vienen y hacen su jale, hacen su trabajo, pero vienen y te incomodan”, agrega.
“Por ejemplo, tú eres el pirata, y vienen y te incomodan, porque tú andas trabajando, y vienen y te quitan el carro, y a los clientes también les hace falta el servicio”, continúa argumentando Daniel.

Relató que recientemente un taxista pirata fue detenido por la Policía de Monterrey luego de agredir a un elemento de la Secretaría de Movilidad.

“Un conocido de acá arriba la vez pasada llegó hasta los golpes con ellos allá en la iglesia, se agarraron, se forcejearon y llegaron las patrullas y se lo llevaron detenido”.

Daniel acepta que las autoridades deben de realizar inspecciones a los vehículos, corroborar que no sean unidades robadas o que estén implicadas en un delito, sin embargo, rechaza que los taxistas piratas sean reprendidos y sus carros confiscados.

La complicidad entre taxista y pasajero

El chófer de taxis pirata agregó que en muchas ocasiones los pasajeros y clientes se hacen pasar por familiares o amigos para evadir a las autoridades, o bien para que el seguro les aplique en caso de un accidente, ya que no están regularizados como vehículos de alquiler.

“Aquí en la colonia somos alrededor de unos 100 carros, tú ocupas el servicio, a poco vas a estar esperando a que pase un taxi amarillo, no se van a venir de la Carretera Nacional a ver si hay carrera”, menciona sobre la falta de taxis legales que hay en la colonia.
“Ellos están allá esperando que les caiga (los taxis amarillos), vienen, se bajan, y si agarran bien, pero no se quedan”, critica.

De acuerdo con su testimonio, la colonia Fomerrey 45 cuenta con cuatro bases de taxis pirata, una de ellas en las inmediaciones de la Biblioteca Pública.

Taxis piratas en Monterrey. Foto: Carlos Ortega


Además, destaca la buena relación que hay entre los clientes y chóferes, pues en su mayoría ambas partes son vecinos del sector.

“Los clientes ya te conocen, si pasa un taxi amarillo le dudan, y con nosotros ellos ven los rines, dicen a ya sé que carro es, trae vistitas cromadas, y se van con uno, con el que ya conocen”, apunta.

La inseguridad

Al respecto de la violencia que se vive en la colonia La Estanzuela, el chofer acepta que sí es un factor para que los taxis con concesión muchas veces no quieran entrar al punto más alto de la zona, donde se registran más actos delictivos y conflictos.

A pesar de ello, asegura que los taxis piratas sí suben y cobran entre 40 o 50 pesos por un viaje desde la Carretera Nacional hasta el domicilio que esté más arriba.

“Aquí tú puedes subir, porque la misma gente que anda aquí, los que andan peleando ya saben que andas haciendo tu jale, que no te vas a meter con ellos, o que no te prestas para lo que ellos quieren, tú pasas y no te paran ni te dicen nada, solo los respetas y te respetan”, dice.

Pese a las disputas, incluso a golpes, que también hay entre los taxis con concesión, y los piratas, Daniel dice que los usuarios, sobre todo de La Estanzuela, los prefieren, pues aunque cobran más caro, son más accesibles y los colonos ya los conocen.

Finalmente, el taxista pirata contó cuando fue asaltado durante un viaje.

“Una vez me asaltaron en Río Nazas, los llevé de la iglesia de aquí abajo, los llevé y luego me dijeron que si tenía feria de uno de 500, y saco la cartera y me saca un revolver, y como le dije que sí traía feria de 500, dijo a ver, este trae más, y me quitó como unos mil 500… contra el revolver qué haces, nada”.


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