En Tehuacán, 7 minutos separaron el simulacro con el sismo real

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Muchos no daban crédito a lo que ocurría, pues ahora la naturaleza se hacía presente.

En Tehuacán, 7 minutos separaron el simulacro con el sismo real | Agencia Enfoque
Apolonia Amayo
Puebla /

Desde el mediodía de aquel 19 de septiembre de 2017, personal de Protección Civil sostuvo reuniones con los titulares de las distintas direcciones del ayuntamiento de Tehuacán, con el fin de ultimar detalles para el simulacro que iniciaría alrededor de las 13 horas, en conmemoración del siniestro que ocurrió 32 años previos.

Esta actividad sería simultanea al simulacro nacional. Todo estaba listo para que iniciara la actividad, el personal laboraba con normalidad en el Palacio Municipal, uno de los lugares centrales de esta actividad.

De repente, se escuchó la alarma que ordenaba la evacuación del inmueble. En el ejercicio, los empleados salieron del edificio y una vez que se elaboraron los informes del simulacro, alrededor de las 13:07 horas el personal retornaba a sus sitios de trabajo para continuar con las labores bajo la administración de Ernestina Fernández Méndez.

Habían pasado solo siete minutos cuando un movimiento brusco movió el equipo de oficina. Los trabajadores, angustiados, sabían que era el momento de aplicar la dinámica que minutos atrás implementaron. Buscaban salir los más pronto posible, pero algunos, al sentir el movimiento, no cumplieron con las indicaciones de "no corro, no grito, no empujo". Quienes llevaban más años de trabajar en el Palacio Municipal sabían que el edificio no era seguro en su totalidad, pues el sismo del 15 de junio de 1999 le había causado daños importantes a su estructura; "urgía estar a salvo", dice Ana Torres, una de las personas que trabajaba.

El miedo se apoderó de varios empleados, porque este no era la continuidad del simulacro. El inmueble se movía y había temor de que se desplomara. Muchos no daban crédito a lo que ocurría, pues ahora la naturaleza se hacía presente.

Este sismo dejó daños menores en algunos inmuebles, sin embargo, el edificio de la parroquia de San Pedro Acoquiaco, una de las más antiguas de Tehuacán, resulto con afectaciones mayores. Hasta la fecha, no ha vuelto a ser ocupada por la feligresía.

Suelos provocan diferente percepción de intensidad

Luis Santamaría Amayo, ex director de Protección Civil de Tehuacán, dio a conocer que el movimiento telúrico del 15 de junio de 1999 a las 15:41 horas, con magnitud de 7.0 grados Richter, fue objeto de estudio por el Centro Nacional de Prevención de Desastres, debido a las afectaciones que causó a inmuebles en la ciudad.

Este fuerte temblor tomó por sorpresa a los habitantes y autoridades, sin embargo, estas últimas realizaron acciones de inmediato porque así lo demandaba la situación. El movimiento telúrico dejó daños en varios inmuebles tanto particulares como gubernamentales, entre ellos, el Palacio Municipal, cuya bóveda sobre la calle 1 Oriente resultó con estragos, así como en los templos de la Catedral y El Carmen, San Pedro, el Complejo Cultural, entre otros.

Por la intensidad de este movimiento telúrico, la comunidad científica estuvo en esta ciudad, realizó recorridos para indagar sobre este fenómeno natural que había alcanzado una magnitud importante para la nueva época, porque los libros de estudios sísmicos registran que en Tehuacán se han presentado temblores hace más de 35 y 50 años.

Con estos antecedentes se confirmó que la ciudad de Tehuacán está ubicada dentro de una zona sísmica, lo cual quedó explicado en el Atlas de Riesgo que Santamaría Amayo entregó a la administración municipal pasada que presidió Artemio Caballero. Dicho documento tiene un apartado sobre una zonificación sísmica y el resultado de este estudio arrojó que en el municipio de Tehuacán los sismos tienen varios grados de intensidad, según la localidad, debido a los diferentes tipos de suelos que se analizaron.

Por lo anterior, el ex funcionario indicó que "en algunas zonas se siente más fuerte, como es en la junta auxiliar de Santa María Coapan y centro de la ciudad, mientras que en otros puntos su intensidad es menor". El estudio se desarrolló con el objetivo de mejorar la cultura de desarrollo urbano y de protección civil, conocer cómo actuar ante eventos de esta naturaleza, porque "al tener una sociedad más capacitada, se puede ayudar y se salvan vidas".


CHM

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