“Una aberración”, dar terapia para quitar homosexualidad: especialista

Ante la iniciativa de sancionar prácticas para cambiar la orientación sexual, una psicóloga resaltó que debe haber libertad para quien busque ayuda; experto de UdeG aseguró que dañan la salud mental.

Las prácticas conocidas como "terapias de conversión", en realidad son Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género (Archivo
Franco González
Guadalajara /

“Cuando entramos directamente al tema de la sexualidad y de la modificación del sentimiento homosexual no es que como terapeuta trabajes en quitarle la homosexualidad, eso sería una aberración”, señaló la psicóloga Edith Martínez Guzmán.

Luego de la polémica que se ha levantado en torno a la iniciativa de decreto que adiciona el artículo 202 ter del Código Penal del Estado Libre y Soberano de Jalisco, impulsada por el diputado emecista, Salvador Caro Cabrera para erradicar las llamadas Terapias de Conversión y castigar esta práctica hasta con tres años de prisión, grupos conservadores como el Frente por la Familia Capítulo Jalisco, se han manifestado en contra de esta medida que, en su opinión, se trata de una imposición de corte ideológico y carece de sustento jurídico.

“Lo que yo he visto y ha funcionado en muchas ocasiones con muchos pacientes es que la persona en el momento que va sanando las heridas del pasado se va preguntando acerca de su propia sexualidad y se va preguntando también acerca de la posible heterosexualidad. Ese proceso de sanar las heridas es el que finalmente lleva a la persona a cuestionarse acerca de si continuar o no con la experiencia de la homosexualidad o generar un cambio hacia la heterosexualidad jamás violentando ni haciendo cosas extrañas”, aseguró la especialista en sexualidad.

Frente a la creencia de que existen prácticas indignas dentro de este tipo de terapias, como en las que se obliga a tener relaciones sexuales a las personas o se les inculca algún tipo de culpa religiosa, subrayó que es una mentira y no está fundamentado en todas las herramientas que los psicólogos tienen como terapeutas: “Hay charlatanes; debe de haber por ahí, yo no me he topado con ellos y si existe no se le debe de permitir ese tipo de prácticas; a esos sí que se les aplique algún tipo de pena porque no se vale jugar con la dignidad e incluso con la fe de las personas”.

Añadió que si en este campo hay un charlatán que trate de modificar lo que esa persona ha decidido ser, está mal y no debe de ser permitido, más aún si es bajo un tratamiento indigno.

Relató que ha sido en el tema del abuso sexual en donde se ha encontrado con personas que tienen malestar respecto a la experiencia de su sexualidad.

“No solamente en el tema de la homosexualidad, por supuesto que el campo de la sexualidad es muy vasto, es una fuente de felicidad tremenda, pero también es una fuente de mucho dolor cuando se vive de una manera equivocada y cuando digo equivocada me refiero a que hay heridas en las relaciones familiares, en las relaciones con los pares; hay heridas, abusos, excesos y demás, que lastiman”, señaló.

Recalcó la importancia de que cada persona que a acude a una terapia lo haga en libertad, y en el caso de los menores de edad, a quienes generalmente son los padres quienes les llevan a recibir este tipo atención, se debe hablar con total claridad y crear una alianza para respetar su intimidad, su libertad, su dignidad y al mismo tiempo, respetar el proceso terapéutico siempre con la compañía de los progenitores, lo cual calificó como un proceso complejo.

Por su parte, el especialista del Departamento de Psicología Aplicada de la Universidad de Guadalajara, Cristian Israel Huerta Solano, manifestó que desde el terreno de los expertos y las instancias médicas psicológicas, el término correcto para nombrar estas prácticas, según la American Psychological Association (APA) es Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género (ECOSIG) y hay que evitar el uso de la palabra “terapia”.


“Por un lado, no es una terapia, ya que al momento de llamarle de esa forma se le valida como tal y no lo es. Son prácticas que en general no pertenecen a la medicina o a la psicología formal por lo tanto no son terapéuticas y es por eso que la APA nos pide que más que llamarlas terapias correctivas, terapias reparativas o de conversión, hagamos uso del término ECOSIG”, explicó.

Recordó que la APA, en 1986, retiró por completo la homosexualidad del Manual de Diagnóstico y Tratamiento para los Trastornos Mentales y dejó de considerarla una enfermedad, así como la Organización Mundial de la Salud (OMS) que hizo lo propio en mayo de 1990, haciendo visible que si no está avalado por instancias internacionales y no se considera una enfermedad, no puede recibir algún elemento terapéutico.

Informó que la Oficina de Naciones Unidas en Contra de las Drogas y el Delito en México (UNODC) marca enfoques muy puntuales en los que cualquier intento para corregir la orientación sexual de la persona o su identidad, sí genera daños significativos tanto en la salud mental como en la física. Este tipo de esfuerzos victimizan a las personas e incrementan su sensación de vergüenza, disminuyen su autoestima, quebrantan los lazos familiares, las vuelve más propensas al uso de drogas, al suicidio y promueven la homolesbobitransfobia.

“En el año 2015, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos también invitó a los países miembros de la ONU a que pusieran fin a este tipo de prácticas que sí son dañinas, son antiéticas y al final de cuentas no tienen un fundamento, de hecho hay trabajos que demuestran que este tipo de situaciones incluyen la coerción, la falta de consentimiento, la privación de la libertad; incluso en algunos casos de mujeres lesbianas, se hacen violaciones masivas y en otros casos se practican exorcismos”, explicó.

Y además

Legislación pendiente


Los argumentos del diputado Salvador Caro Cabrera sostienen que este tipo de prácticas tienen efectos adversos que afectan la estabilidad y la integridad personal de quienes son sometidos a ellas, además de ser causantes de depresión y suicidio: “No tenemos identificados lugares, no es un tema persecutorio, es un tema básicamente disuasivo para que todos podamos vivir aquí en el estado de Jalisco en libertad y construir por nosotros mismos nuestra identidad personal”.


Ante la presión ejercida por grupos conservadores para que se “baje” la propuesta, el diputado de Movimiento Ciudadano respondió que ven la intención de frenar cualquier tipo de iniciativas relacionadas con ampliación de los derechos y libertades para el libre desarrollo de la personalidad y para los temas con perspectiva de género.“El Congreso tiene que ser muy sensible en su ubicación de este momento histórico, creo que debemos tomar decisiones firmes en ese sentido y lo hemos hecho con apertura y respeto a todas las expresiones, con ánimo de construir decisiones que sean positivas para los ciudadanos”, puntualizó, y agregó que es un tema que tiene que ver con derechos y con el interés de grupos al interior de la sociedad.


Finalmente, luego de una reunión entre diputados de diferentes fracciones parlamentarias y representantes de los distintos grupos que se oponen a esta reforma, se pidió a los legisladores establecer mesas de trabajo en igualdad de condiciones así como someter a un análisis completo la iniciativa y fue durante la Sesión Ordinaria del pasado 4 de diciembre en donde se llegó a la decisión de mantener un periodo de espera para un posterior análisis a partir de la generación de un nuevo documento presentado a los colectivos y grupos parlamentarios, retomando el diálogo y el análisis de la iniciativa durante la Sesión Intermedia del 11 de diciembre, lo que significa que será hasta enero cuando se someta a segunda lectura, en donde todavía existe la posibilidad de que sea rechazada.


SRN

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