¡Ecatepec resiste! El pasado lunes 6 de septiembre, el municipio de Ecatepec de Morelos, del Estado de México, se vio afectado por las fuertes lluvias que provocaron múltiples inundaciones. En medio del agua, lodo, escombros y miedo, varias familias ecatepequenses perdieron sus casas y quedaron damnificadas –sin muebles, comida, útiles escolares, sin el poco patrimonio que habían adquirido con esfuerzo laboral–. Ante ello, acusan indiferencia por parte de las autoridades y aseguran que lo poco que han logrado reponerse ha sido gracias al apoyo de la misma comunidad, que poco a poco ha juntado esfuerzos para levantar todo lo que el agua, la basura y la falta de compromiso de gobernantes se llevó.
Fue la tarde del pasado lunes 6 de septiembre cuando la escena cotidiana de Ecatepec cambió de pronto. Comenzó a llover, y, como siempre, las personas de la comunidad se resguardaron en sus casas o dentro de sus negocios, mientras otras venían rumbo al hogar en el transporte público, después de la jornada laboral.
La tormenta no paraba y cada vez más caía con mayor intensidad. Sobre la avenida San Andrés de la Cañada –una de las zonas más afectadas– corría el agua desde lo alto de los cerros que la rodean. En un inicio el agua bajaba poco a poco, pero de un momento a otro ésta se acumuló, a tal grado que bajó con intensidad y formó una especie de río de color oscuro con no sólo basura –como se pensó en un principio– sino también con enormes piedras del cerro, pedazos de algunos árboles, autos y parte del patrimonio de muchas familias: platos, mesas, sillas, sillones, refrigeradores, camas y más.
En redes sociales las imágenes de esta zona periférica se hicieron presentes aquél lunes 6 de septiembre; reflejaban el desastre que había quedado.
De acuerdo con información oficial, emitida por el presidente municipal de Ecatepec, Fernando Vilchis, tras la lluvia 23 colonias resultaron afectadas por la tormenta. Y hasta el pasado 8 de septiembre se reportaron alrededor de 700 viviendas afectadas.
Pero ¿llegó la ayuda en todos los lugares afectados? Según el testimonio de varias familias de las colonias La Esperanza, Hank González y Los Bordos, la ayuda no ha llegado en su totalidad. Sólo han quitado parte del escombro, pero no en todos los casos. No han ayudado si quiera en asignar un lugar para que vivan las personas que quedaron afectadas o que perdieron todo, o casi todo.
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Colonia La Esperanza
- “Por dentro perdimos todo…”
En lo alto de la colonia La Esperanza, por la estación 6 del Mexicable, también hubo personas afectadas. Entre ellas se encuentra la familia de Josefina Blas Santiago, quien vive sobre la calle Emigdio Marmolejo.
Por fuera, su casa pareciera estar bien, a diferencia de la de su vecina de enfrente, quien perdió por completo su hogar, pues el agua rompió parte de la fachada y se llevó todo lo que había a su paso.
“-El agua- salió de su casa –de la vecina– como río y nos tocó de frente. Por fuera mi casa quedó intacta, pero por dentro perdimos todo”, resaltó la mujer acompañada de familiares, que seguían limpiando su hogar durante esta entrevista.
El agua se metió como pudo a su casa. La corriente llegó de frente y con fuerza cubrió gran altura. Se apoderó de sus pertenencias y perdió incluso herramientas con las que trabajaba para tener una vida digna: varias máquinas de coser.
“El agua de la lluvia se salió de la barranca, el cauce nos tocó de frente y alcanzó a meterse porque reventó la puerta. Comenzó a llenar totalmente el primer piso y se echó a perder todo. Toda nuestra fuente de trabajo. Sala, comedor, televisor, refrigerador, estufa, microondas, totalmente todo. Sólo nos quedamos con la parte de arriba donde dormimos. Trabajábamos aquí en la misma casa… maquilábamos cuando había trabajo”, recordó la mujer, que demostraba fortaleza al momento de narrar lo ocurrido.
La noche del pasado lunes, Josefina Blas Santiago y su familia quedaron atrapadas en la parte de arriba de su casa por varias horas, pues no podían bajar a la planta baja ya que estaba completamente inundada.
En un video compartido a MILENIO, Josefina Blas Santiago mostró los momentos de tensión que vivió junto a su familia en medio de la lluvia atípica y la inundación en Ecatepec. Logró captar cómo el agua corría furiosa hacia su casa y cómo también se llevaba parte de la casa de su vecina, todo en medio de desesperación, llanto y angustia.
Pese a ello, aseguran que hasta el momento la ayuda de las autoridades no ha llegado y que sólo han sido los vecinos y parte de los integrantes de su familia quien han mostrado disposición para ayudar.
¿La inundación se dio por culpa de la basura? Para la mujer de La Esperanza no fue la basura la que ocasionó cien por ciento esta catástrofe en Ecatepec, pues según contó, también influyó que las autoridades con el paso del tiempo fueron reduciendo la barranca convirtiéndola en "un caño angosto".
- "Se llevó todas mis cosas"
Frente a la casa de Josefina Blas Santiago también otra familia fue afectada, la de doña Rosario Vargas. Su casa quedó inhabitable por completo. El agua partió parte de su fachada y se llevó todas sus cosas, sala, colchón, comedor, ropa, comida: todo.
En entrevista para MILENIO la mujer contó que cuando la fuerza del agua llegó, ella estaba con más familiares dentro del domicilio, pero como pudieron lograron salir y ponerse a salvo. En la casa había niños, una mujer adulta mayor, un hombre y Rosario Vargas.
“Como te puedes dar cuenta mi casa está en totalmente desastre pues [el agua] se llevó todas mis cosas… pérdida total de la casa. Gracias a Dios pudimos salir de ahí. Me pasé del otro lado a lo que es la casa de atrás. Y de ahí salí por esa puerta. La vecina de atrás fue la que me pudo auxiliar para refugiarme ese día y que me apoyara con cinco niños que tenía, mi mamá –que ya tiene 63 años–, un hermano y yo”, explicó la mujer que estaba acompañada de varios vecinos que trataban de levantar el escombro que quedó por fuera de su casa que queda ubicada en el cruce de la barranca.
¿Las autoridades ya brindaron ayuda? Doña Rosario Vargas aseguró que la ayuda en su mayor parte también ha sido de vecinos, pero con ella sí hubo un acercamiento por parte de las autoridades ecatepequenses, aunque ésta se ha limitado a levantamiento de escombros.
Colonia Los Bordos
"Nos brincamos para la otra casa por la azotea"
En la Colonia Los Bordos también hubo afectados, sobre todo las personas que tenían su hogar cerca de la barranca. Entre ellas la de doña Eva Razo Corona –mujer adulta mayor– que tuvo que atravesarse a la azotea de sus vecinos para ponerse a salvo, pues la planta baja de su casa se llenó de agua, botó parte de su zaguán, se llevó su negocio familiar y se comió parte del piso que daba para la entrada –parte de la banqueta– de su casa.
“Con el diluvio que llegó –no sé si sea diluvio o una tromba o que pasó– porque supuestamente estaban diciendo que se reventaron unas presas [de las que] ha hecho caso omiso el gobierno allá arriba de los cerros. Entonces esas presas volvieron a derrumbar el agua”, inició el relato la mujer que estaba acompañada de familia y vecinos que le habían compartido comida en forma de ayuda.
Conforme el agua bajaba por la barranca, el sonido de que algo arrastraba se hacía cada vez más presente. Hasta que llegó a su casa y el agua entró por todos lados.
“Tronaban las piedras, los árboles, los troncos que ya traía el agua. Y ya fue cuando tocó mis puertas y empezó a meterse. Vimos que se estaba llenando el patio y pues nos subimos al primer nivel. Si se da cuenta yo tengo mi localito de producto de limpieza, jarcería –que es con lo que me sostenía yo–. Entonces todo se lo llevó el agua. Se llevó mesas, tanques de gas, todo lo que tenía yo de producto para vender. Cuando llegó el agua nos brincamos para la otra casa por la azotea. Y ya estuvimos ahí arriba, debajo de ese techo hasta que pasó el agua; hasta que nos pudieron abrir una puerta de allá porque estaba sellada con lodo”, contó la mujer ecatepequense.
La casa de la mujer, al igual que la de sus vecinos quedó casi al borde de la barranca, por lo que desea que la ayuden a poner un muro de contención.
“El agua se llevó parte de mi entrada que son como tres metros de la puerta hacia la barranca. Estoy al borde. Ojalá y alguien nos apoyara para poner un muro de contención".
La casa de doña Eva Razo Corona podría correr el mismo riesgo que la de sus vecinos, quienes tuvieron que dejar su hogar porque se volvió a deslavar parte de su domicilio, luego de que unas semanas antes de este evento, la lluvia se llevara toda una pared.
“Ellos –sus vecinos– tenían pared aquí. Pero se cayó también hace quince días que llovió muy fuerte, se cayó la pared. Y ahorita pues ya se les volvió a deslavar ahí, pero ya las personas ya no están”, reveló doña Eva Razo.
¿Las autoridades han ayudado? De acuerdo con la mujer, hasta el momento no ha recibido ayuda de las autoridades, sólo de vecinos de la colonia La Esperanza y Los Bordos:
“Estamos muy mal económicamente porque pues perdimos todo. Fue pérdida total. Si se da cuenta, ya se llevaron muebles, desechos, mesas, aparatos, sala, todo. Ya sacamos, ya se lo llevaron”, comentó la mujer mientras señalaba una pila de desechos afuera de su domicilio.
Colonia Hank González
- “Salvé a mi familia”
Otra de las colonias afectada en Ecatepec es la Hank González. Sobre la calle Boca Barranca muchas familias quedaron damnificadas. En una casa, dos familias resultaron con pérdidas mayores. Una de ellas es la de Jorge Robles Silva, quien buscó la forma de sacar a su familia que quedó atrapada dentro de su hogar.
Ese día, el hombre, como si presintiera algo, decidió no ir a su trabajo. Prefirió quedarse en casa. La lluvia cayó y de pronto el agua de la barranca creció. Desde su perspectiva si él no hubiera estado ahí quizá su familia hubiera muerto.
“ Ellos se quedaron adentro –su familia–, yo afuera. Ya no pude abrir la puerta, se bloqueó y tuve que romper una ventana de la casa para poder sacarlos porque ya no pude entrar. Mi esposa y mis hijos estaban adentro. Despegué una ventana a lado de la escalera y fue ahí donde nos escapamos, porque si no, no estuviéramos con vida ahorita. Nos subimos a la azotea y estaba todo mojado. No ha venido nadie del gobierno. Los vecinos de la otra colonia son los que han venido a traernos ropita, comida, cena”, contó en entrevista para MILENIO.
La familia de Jorge Robles Silva perdió todo lo material. Pide que las autoridades lo ayuden. El hombre renta la casa afectada junto a su hermano. Sin embargo, pese a que ambos son los afectados, externaron que su casero se ha llevado parte de la ayuda que les han entregado.
“-La persona que les renta- quiere agarrar lo poquito de despensa que está llegando. Eso no es válido, ¿no? Porque él vive bien del otro lado de la casa. Él está bien. No se le echó a perder nada. A lo mejor la casa, ¿no? Pero no se vale que venga y pida las cosas sin ser afectado”, explicó consternado Jorge Robles.
También para MILENIO habló Roberto Robles, el hermano de Jorge, quien igual perdió todo. Como pudo, él también salvó a su familia.
“Ya no pudimos salir -de su domicilio- porque la camioneta se fue hasta allá, se movió y se me cerró la puerta. Mis niños estaban adentro. Teníamos un colchón flotando en el agua y los senté ahí. Como la lámina es de asbesto la tuve que romper, tuve que salir de ahí para poder salvar a mis niños. Los salvé. Perdí todo, las camas, todos los colchones, todo, los útiles escolares de los niños. No tenemos nada”, indicó Roberto Robles.
- “No nada más fue la basura”
Edith Muñoz, quien también vive en la calle Boca Barranca, contó que la zona ya se estaba “taponeada”, pues había un árbol- tronco- que impedía que el agua pasara.
“De hecho no es la primera vez que se inunda, pero porque el gobierno no hace bien su trabajo. Necesitamos que el gobierno venga a quitar todo lo que es la tierra, los escombros, a desazolvar la barranca. No nada más la basura. El drenaje está colapsado y el agua también. Perdimos todo nuestro patrimonio. Ahorita nos regalaron un colchón, pero pues no es suficiente. Ahorita nos estamos quedando en otros lados precisamente porque está todo sucio. Aquí somos tres familias”, comentó Edith Muñoz.
De acuerdo con su testimonio, el agua a su casa entró primero poco a poco y después de golpe. Asimismo, pidió que las autoridades revisen la barranca, pues con el tiempo su capacidad se ha reducido.
- “Sentí impotencia de ver que salía el agua sin poder hacer nada”
Otra de las personas afectadas fue la señora Araceli García, quien perdió absolutamente todos sus muebles, útiles escolares de su hijo, ropa, absolutamente todo.
“Yo nada más estaba con mi niño que iba llegando de la escuela. No tengo ni palabras porque ora sí que fue muy feo lo que pasó. [Sentí] impotencia de que salía y entraba el agua sin poder hacer nada. Yo nada más veía que mis cosas entraban y salían sin poder hacer nada y pues sí fue algo muy feo. No ha venido ningún apoyo. Yo perdí todo. Y pues mis vecinos y mi familia vinieron a ayudar a hacer la limpieza porque pues nadie me vino a ayudar”, inició su testimonio doña Araceli.
“Mi refri, mi lavadora –prácticamente no la encontramos–, la estufa, todo perdí. Todo perdimos. Mi puerta se botó y fue cuando entró el agua y fue cuando botó la barda. Fue cuando empezó a subir y subir el agua. Me subí acá arriba con mi cuñada", contó sobre la forma en la que se resguardó.
Al igual que la mayoría de estos testimonios, la mujer confirma que no ha recibido ayuda por parte del gobierno, pues son los vecinos de la comunidad que le han ayudado con ropa y comida.
Finalmente, la mujer aseguró que desde hace diez u once años la comunidad había pedido que se le diera mantenimiento a la barranca, pero lo único que hicieron fue ponerle una malla que más tarde el agua botó.
- “No somos prioridad”
Sobre este terreno, una pared que dividía el espacio de la otra casa se derrumbó. Unió los dos hogares, el de doña Araceli García con el de Araceli Espinosa González, quien vive en avenida San Andrés esquina con Boca Barranca. Su familia también quedó afectada, pues perdió electrodomésticos, muebles e incluso los útiles escolares de sus hijos: computadoras y celulares, pues durante la inundación estaban en clase en línea.
“Se cayó aquí la barda que dividía con los vecinos. Se inundó mi cocina, se perdieron todos los electrodomésticos, los enseres domésticos, cocina, refrigerador, estufa, computadora de mis hijos, sus celulares –que es con los que toman clases–, todo. Prácticamente nos quedamos sin nada. El agua entró por la puerta y salió por el otro lado. Rompió las bardas, rompió las puertas y pues se echó a perder todo. Nos quedamos prácticamente sin nada”, contó doña Araceli Espinosa González.
Cuando comenzó a inundarse su casa, la mujer subió a sus hijos y a su suegra –una mujer de la tercera edad– hacia la azotea, pues el agua negra comenzó a apoderase de la parte baja de su domicilio.
“Comenzó a escucharse mucho golpeteo, yo creo que de todo lo que ya traía la barranca: árboles y cosas. Se empezó a escuchar mucho ruido. Lo que hice fue sacar a mis hijos y mi suegra de la sala donde estaban y subirlos a la azotea. Ahí nos resguardamos un rato. Empezaron a caer las bardas y nos pasamos a la casa de los vecinos porque nos dio miedo que también fuera a colapsar la casa de nosotros”, recordó.
Al igual que casi todas las personas afectadas, pide ayuda de las autoridades gubernamentales y municipales, pues sólo han ayudado con retirar un poco de lodo.
Sobre el tema de la basura, Araceli refiere que no todo son los desperdicios, pues desde hace mucho tiempo, han pedido al gobierno que pongan una barda de contención, pero han sido ignorados. Además, resaltó que tuvieron que bloquear la avenida para que llegaran autoridades –sólo a limpiar–, pues al parecer no son prioridad:
“Se ha pedido un muro de contención en la barranca y no lo hacen. Gobiernos van, gobiernos vienen y la barranca sigue igual. En este caso la barranca se anchó tres, cuatro metros más y le puedo asegurar que ninguna autoridad va a venir a ver qué se hace ahí. Lamentablemente para el gobierno los de Ecatepec no somos nada. No somos prioridad”.
- "Quiero pedir ayuda"
Sobre la avenida San Andrés de la Cañada también resultó afectada una familia completa. Doña Gloria Alonso Zedillo perdió casi todo lo de su casa. La adulta mayor, con lágrimas, pide ayuda, pues ni el baño puede usar.
“Quiero que me den ayuda porque perdí todo lo de mi casa. Es lo que pido, que me hagan favor de darme una ayuda porque no tengo ni quién [me ayude]. Se me perdió televisión, estufa, todo lo que es de la casa. Todo se me perdió. Quedé sin nada. Soy sola yo aquí y no tengo nada. Toda esa ropa que ves allá, en esa silla se echó a perder”, dice la mujer en medio del llanto.
Cuando el agua llegó de repente, los demás integrantes de la familia lograron subirla a la azotea. “A gatas”, como dijo doña Gloria Alonso, lo lograron.
Tras quedarse sin nada, la misma comunidad se ha solidarizado con ella. Por ejemplo, recibió un colchón y unas cobijas, pues tampoco ha sido ayudada por las autoridades.
“Me trajeron un colchoncito y es el que tengo en la cama. Entonces ahora me voy a quedar ahí. Cierro mi puertita y entonces me quedo mejor ahí. Me regalaron dos cobijas”.
Visiblemente consternada, la mujer lamentó perder casi todo su patrimonio. Se quedó sin zapatos, pero le faltan cosas de cocina y su roperito –que cuando hablaba de él se le llenaban los ojos de lágrimas–.
“Lo que me hace falta es un roperito que no tengo dónde echar la ropa. Está repleto de puro lodo. Estufa no tengo. Despensa también ya me dieron, pero pues en qué hago si no tengo refri, no tengo nada”, contó la adulta mayor en medio del llanto.
- "Hace once años pasó lo mismo"
En esta misma casa, otra de las familias afectadas fue la de doña Erika Díaz Alonso, quien vive en un espacio que da hacia la barranca, por lo que también sufrió severas afectaciones.
Para pasar a su domicilio hay un trozo de cemento que se ve ‘cuarteado’, pues la lluvia se llevó parte de éste -el que comunicaba su casa con la de doña Gloria Alonso Zedillo-, así como las tarimas que tapaban la vista de su territorio de la barranca.
“Aquí había tarimas y estaba cerrado, pues todo eso se lo llevó el agua por la puerta”, reveló.
Durante el momento de la inundación, la mujer se salió con su nuera y logró sacar algunos papeles que tenía en una bolsa. Y es que Erika Alonso prefirió no arriesgarse, pues hace 11 años pasó por lo mismo: perdió todo.
“La verdad como ya nos había pasado esto hace once años, más o menos y me había quedado con miedo, al ver que estaba a dos metros –aproximadamente– para llegar el agua hacia arriba le dije que nos saliéramos. Sacamos nuestros papeles y nos subimos para acá con mi hermano”, contó.
La familia de Erika perdió todo. Sus pertenencias estaban llenas de lodo. “Todo un desastre. Nos pusimos a limpiar primero afuera para poder pasar a adentro. Mi esposo y amigos que nos ayudaron a limpiar toda la noche”, reveló doña Erika para MILENIO.
De acuerdo con lo revelado por ella, el gobierno tampoco les ha ayudado. Sólo la comunidad. La mujer que vive con su esposo, cuatro hijos, su nuera que está embarazada y un nieto, pide ayuda para que hagan algo con la barranca y no les vuelva a pasar. Asegura que ella no pide cosas materiales, sólo el compromiso de que no estén en riesgo.
Admitió que hace once años las autoridades se comprometieron a que los protegerían, pero hoy en 2021 volvió a pasar.
“Yo no pido dinero para cosas porque sé que después las puedo conseguir. Una ayuda para que pudiéramos hacer un mamposteo para que pudiéramos estar protegidos. La vez pasada [hace once años] igual pasó lo mismo y nos dijeron que sí, nos iban a ayudar. Lo único que hicieron es que vinieron y limpiaron y hasta ahí quedó. Ojalá que ahora vean que de verdad se necesita que nos ayuden a componer la barranca. De aquí estaba todo cerrado hasta la esquina y ya se está desgajando. Todo esto estaba con tarimas y ya se está cayendo. Aquí todo ya está de bajadita. Aquí ya se está cuarteando. Allá también. Se ha estado deslavando poco a poco”, alertó la mujer.
grb