La finca marcada con el número 29 A ubicada sobre la calle privada Emiliano Zapata en la comunidad de Mismaloya, en Tizapán El Alto, luce completamente vacía, al entrar, la visión es cruda y desalentadora: enormes boquetes en la fachada y paredes de la finca, casquillos percutidos en una de las habitaciones y prendas de ropa regadas en el suelo, son muestra del estado en que quedó la vivienda que sirvió de escondite para civiles armados quienes minutos antes abrieron fuego contra elementos de la Guardia Nacional cuando realizaban un recorrido de vigilancia en la zona.
“Es primera vez que pasa esto nunca había pasado aquí con nosotros, el rancho es chiquito y nos conocemos, no había ningún problema, todos vivimos tranquilos y estos muchachos llegaron y se metieron”, dijo un vecino de Tizapán El Alto.
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De acuerdo con el testimonio y vecino de la comunidad, la casa permanecía sola desde hace tres meses, luego de que fue desalojada por los inquilinos que la rentaban.
A un día del enfrentamiento los pobladores de Mismaloya realizaron sus actividades en total normalidad, pero miran asombrados los más de 100 boquetes que hay en la fachada de la vivienda que no fue resguardada y dejó de ser vigilada por elementos del ejército y la Guardia Nacional poco antes del mediodía de este viernes.
Algunos dicen no tener miedo, otros continúan sorprendidos ante lo acontecido y hay quienes si piden a las autoridades refuercen aún más la seguridad.
El siguiente testimonio relató que el día de la balacera no se encontraba en casa, pero su familia si, dada la situación de inseguridad que se vive en el municipio ya ha hablado con su hija para que sepa cómo actuar ante un enfrentamiento.
“Yo estuve hablando con mi hija, ella sí está en la casa y pues que se escondiera donde pudiera y resguardara que cierre la puerta con lo que pueda porque tenemos el temor, al menos como mamá de que se fueran a meter esas personas en la casa de uno, ese es el miedo que tiene uno que estén ellos huyendo y se puedan meter a tu casa”, comentó una vecina.
Hace apenas unos meses la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tuvo que reforzar la seguridad en Tizapán El Alto, con 300 militares, luego de que circulará un vídeo donde se observa la presencia de una célula de un grupo delictivo en el poblado de El Volantín.
Posteriormente, se registró el asesinato del comisario de la policía de Tizapán El Alto, durante un enfrentamiento contra sujetos armados que transitaban a bordo de tres vehículos.
Mientras que el pasado 6 de noviembre se dio a conocer el traslado a Guadalajara de tres hombres heridos, quienes dijeron, habían sido lesionados durante un enfrentamiento entre grupos del crimen organizado.
JMH