Tlanalapa no tiene más de 10 mil habitantes. Sus calles lucen desiertas a partir de las cuatro de la tarde. Solo algunos vendedores están en las calles ofreciendo dulces, frutas, productos de limpieza para el hogar.
El ruido de las herrerías es lo que más se escucha de fondo cuando uno camina por el Centro de la demarcación que por primera vez en 2016 eligió a un presidente municipal sin partido, independiente, Francisco Javier Hernández Cortez.
El edil no se encuentra disponible y la jefatura de la policía municipal a cargo de la comandante Rosa Elia Martínez solo despacha “lo necesario” ante el desabasto de combustible que afecta a la demarcación.
Tlanalapa saltó a la fama de las noticias en redes sociales ayer, luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador revelara que el ducto de Pemex Tuxpan-Azcapotzalco, que abastece de combustible a la Ciudad de México, dejó de operar por un nuevo "acto de sabotaje". Uno de los puntos afectados, el kilómetro 161+500 en el estado de Hidalgo.
Sin embargo poco o nada se vio la tarde de ayer en la zona del estropicio. Sin presencia visible del Ejército, ni de la Policía Estatal o Federal, solo un par de patrullas pasaron en el lapso de dos horas por la avenida que surca Tlanalapa y llega a Ciudad Sahagún en Tepeapulco.
Ricardo Monroy es encargado de la gasolinera ubicada en el Centro. Señaló que a causa del desabasto y el huachicol, el problema se agravó en la demarcación del Atliplano donde incluso ya escasea el diésel.
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Las ventas han bajado más de la mitad, asegura. Llega una pipa de 20 mil litros a la semana, cuando regularmente eran dos. “Está el desabasto general, ahorita es por motivo del huachicol, a nosotros nos pasa a perjudicar en la venta. Ya nos falta ahora el diésel”.
“Demasiado, le sufrimos demasiado a la venta del combustible, lo que se hace por fuera no sabemos, pero nos ha afectado, nos damos cuenta en las ventas; de que hay peligro, lo hay, pero pasa el ducto a kilómetro y medio de la estación”.
Vecinos de la colonia Bonfil confirman lo dicho por Ricardo. Los militares pasan, le preguntan a las chicas que si alguien sabe de que si venden huachicol, “pero nosotros no sabemos nada de ello. Las autoridades locales no comentan nada de ello”, reiteró el encargado de la estación de servicio.
No es la primera vez que Tlanalapa es noticia por el tema del robo de combustible. En septiembre de 2018, una fuga en la misma zona provocó alarma regional y el incidente fue motivo de una serie de operativos.
Ayer, al menos, nadie supo o dijo nada sobre la versión del presidente de que en la zona se habían dañado los ductos de Pemex.