El pasado 16 de abril Marcela Jazmín Herrera y su familia decidieron salir a desayunar y optaron por Los Agaves, en Tlaquepaque.
De acuerdo a lo relatado por ella, decidieron asistir al lugar luego de verlo en un tiktok.
Según el post al llegar al restaurante esperaron entre hora y media y dos horas, esto tras ser un lugar muy concurrido por ser un buffet.
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Ella relata que al estar en la sala de espera vio un cuadro a medio dibujar por lo que pensó que una persona que ya había ingresado dejó su dibujo a medias, por lo que optó por seguir dibujando en el mismo cuadro.
“En la sala de espera había ese cuadro que se ve en las fotos, que es del mismo material que las pizarras de gises y al lado de la maceta había una caja (bastante grande y visible). Mi lógica fue que como era sala de espera, había una caja grande de gises y había un cuadro grande del material para rayar con gis podías pintar para entretenerte mientras esperas, además de que he visto restaurantes que adornar así sus locales. Al ver lo blanco pensé que alguien lo estaba dibujando mientras esperaba y cuando lo estaba haciendo le hablaron para entrar y lo dejo inconcluso (abajo del cuadro hay un tronco para sentarse)”, escribió en su post.
Luego de varios minutos de espera y muchos dibujos realizados en la pizarra fue su turno de entrar para desayunar por lo que dejó todo e ingreso al restaurante.
De acuerdo a Herrera, la hostess siempre la estuvo viendo y jamás le advirtió nada. Luego de al menos 30 minutos de haber ingresado al local fue interceptada en su lugar por un mesero que le cuestionó sobre los dibujos en el cuadro.
“Después de como 30 minutos desayunando, llegó un mesero y me pregunte que si yo había rayado el cuadro de la entrada. Le dije que sí y me dijo que era una pintura de 80,000 pesos. Que lo iban a intentar limpiar y si no se podía ya veíamos como nos arreglamos. Pero que la próxima que fuéramos no lo volviéramos a hacer”, relató.
Luego de toda la problemática el mesero se retiró por lo que ella se quedó desayunando de manera intranquila, tras finalizar sus alimentos pasó por la entrada para saber cómo iba todo y de acuerdo a su post fue un simple susto, pues al ser material parecido al de un pizarrón parece que no hubo problemas de eliminar los dibujos.
A pesar del susto, Marcela relata el buen servicio, actitud, comportamiento y la buena comida del buffet en Tlaquepaque.
JMH