Pobladores y mayordomos de la comunidad de Tlaltepango, municipio de San Pablo del Monte, cerraron con cadena el acceso principal de la parroquia de Cristo Resucitado para exigir la destitución del sacerdote Joaquín Muñoz Muñoz.
Los quejosos aseguran que el servidor católico ha caído en la ambición por acaparar las misas y no dedicarles el tiempo suficiente, además de que el precio de cada celebración ha llegado a costar hasta los dos mil pesos.
“Desafortunadamente el sacerdote ya lo ve todo con ojos de ambición, cobra hasta el último detalle y no deja nada para la parroquia que tiene mas de 28 años en construcción, las misas las celebra en 15 minutos, encima eventos como 15 años con un difunto, o bautizos con aniversarios luctuosos, hay incoherencia, ambición, además de que la administración es opaca”.
Los quejosos aseguraron que el vicario en cuestión tiene a cargo tres iglesias, La Santísima Trinidad, San Pedro Apóstol y la Parroquia de Cristo Resucitado, sin embargo, el servicio que ofrece tiene descontenta a la comunidad creyente.
Por lo anterior se han solicitado audiencia desde hace un mes en la Diócesis de Tlaxcala para que se remueva al párroco y se nombren a dos nuevos vicarios, pero la respuesta ha sido nula y es por ello que determinaron cerrar las puertas del templo hasta lograr su objetivo.
CHM