Segundos después de encender el gallo de mariguana en la plancha del Zócalo capitalino, les cae la policía. A uno de los oficiales le aclaran que se dirigen al plantón cannábico, el plantón que se instaló frente a la Suprema Corte,la misma que hoy 28 de junio está por acabar con la prohibición al consumo lúdico de la mariguana. Es decir: los consumidores de cannabis podremos solicitar permisos a la Cofepris para el autoconsumo.
Pero ya me estoy adelantando. A los policías, les decía, les vale madre que sean ustedes dos activistas cannábicos. Los trepan a la patrulla y, en menos de quince minutos, los presentan ante el juzgado cívico 4, el que queda en la calle Paraguay, en la mera entraña de la Lagunilla. La multa para cada uno será de 141 pesos (un día de salario mínimo), pero les descontarán la mitad por las cuatro horas que el juez los hizo esperar.
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Regresan al plantón justo cuando el pleno de la Corte ha aprobado, 8 votos contra 3, una Declaratoria General de Inconstitucionalidad sobre unos artículos que impiden el consumo lúdico. Eso significa que todo consumidor adulto puede acudir ante la Cofepris a solicitar un permiso para el uso recreativo de la cannabis, sin necesidad de promover un amparo. Amparos, por cierto, que cuestan entre 500 y 20 mil pesos, según el abogado.
“No se legalizó la cannabis, ni se legalizó el comercio. Tampoco la adquisición de semillas, ni la distribución”, les advierte Pepe Rivera, uno de los voceros del plantón que instalaron los integrantes del Movimiento Cannábico Mexicano.
—¿Los mariguanos debemos celebrar la declaratoria de la Corte? —le preguntan.
—Sí, sí hay razones para festejar: lo que está avalando la Corte son los cultivos individual (el mal llamado autocultivo), el compartido (que es el que siembran más de dos consumidores o pacientes), el solidario (donde los padres cultivan para sus niños enfermos), y el asociado (el de los clubes cannábicos). Eso sí debemos celebrarlo. Ya no necesitamos ningún amparo.
—¿Y el Congreso?
—Tienen que legislar una buena ley. Básicamente, la Corte está abriendo el camino de los permisos a la Cofepris, permisos que no tienen límite de plantas.
Por eso Pepe lanza dos avisos:
Que todo consumidor solicite su permiso en la Cofepris. “Ganemos derechos para que no puedan quitárnoslos”.
Y que, con o sin permiso de la Cofepris, la policía seguirá arrestando a la gente por fumar, vender/comprar, o sembrar en la vía pública, como acaba de ocurrirles a ustedes dos.
“Podremos cultivar en casa, consumirla ahí mismo, pero si nos agarran con más de cinco gramos, o fumando en la calle, nos van a aplicar el código penal por narcomenudeo”, les dice Pepe y ustedes saben que han tenido mucha suerte de que el juez les haya hecho un descuento.
FS