“Todo el tiempo uno piensa que lo pueden robar”

En entrevista a MILENIO, un pipero expone, que los choferes se enfrentan a los delitos, corren riesgos por el material que es altamente flamable.

Don Antonio tiene 11 años siendo pipero en una de las empresas concesionaria de Pemex (José Luis Tapia)
Anahy Meza
Ciudad Madero /

Don Antonio tiene 11 años siendo pipero en una de las empresas concesionaria de Pemex, para llevar el combustible a todo el país. 

El sábado había llegado por la mañana procedente del centro del país, llegó a hacer fila a fuera de llenaderas en la refinería Francisco I. Madero, pues tiene otro viaje a Querétaro, estado al que saldrá una vez que logre cargar los dos fulles que arrastra su camión. 

Todos los días los choferes de carga pesada salen con miedo a que los asalten, reconoce, más ellos pues traen algo que en este momento tiene un alto valor comercial: la gasolina, que Pemex dejó de enviar por algunos de sus ductos para evitar los robos y que ahora manda por carretera. 

Cuenta que su trabajo es peligroso en todos los sentidos, primero porque en la carretera siempre es así, luego por el material que transporta, que es altamente flamable y puede generar una explosión tras un accidente y también porque ahora se cometen una serie de delitos.
“Miedo a los robos sí, pues todo el tiempo sale uno pensando que lo pueden robar. Hay que ser más precavido, es un trabajo peligro siempre lo ha sido”. 

Sin embargo, reconoce que la empresa para la que labora ha trabajado mucho en las medidas de seguridad, desde que salen de la refinería hasta que llegan a su destino. 

En primera instancia los camiones cuenta con un GPS, sus destinos para parar a descansar o comer ya están marcados en una bitácora, si para antes o después, se le localiza y si no responde de inmediato se llama a las autoridades. 

Luego en este momento hay una vigilancia en las carreteras para las pipas y autotanques, que transportan combustible, ahora Sedena y Marina se mantienen muy pendientes de sus trayectos, antes aseguró don Antonio era la Policía Federal. 

Ahorita el cambio que más resienten todos los operadores es el tiempo que tienen que esperar a cargar combustible, si bien les va el proceso es ágil, sino hay quienes tienen que esperar 24 horas, el problema es que no se pueden ir, porque hay que hacer fila e irse corriendo conforme van pasando, lo único que les queda es comer en los puestos frente a la refinería y dormir en la unidad, y así se les van las horas. 

Sobre el reclutamiento del gobierno federal, dijo que no cualquiera ser pipero, pues es un trabajo que requiere antigüedad y experiencia, donde pueden pasar hasta un mes fuera de casa si les toca una ruta lejana o bien dos días si es que se vive cerca. 

Dijo que el salario no es tan bueno como todos creen con relación al peligro que enfrentan, les dan el 10 por ciento del valor de lo que transportan, más las prestaciones de ley.


ELGH 

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