Con 'Manos que Hablan', capacitan a personas e instituciones sobre lenguaje de señas

Desde hace seis años, el Centro "Manos que Hablan" enseña a quienes necesitan terapia de la escucha, audición y voz.

En Toluca, capacitan a personas e instituciones sobre lenguaje de señas. | Alondra Ávila Romero
Toluca /

A la fecha, 1.3 por ciento de la población en México, es decir, un millón 350 mil 802 personas, tienen una discapacidad auditiva o problemas para oír aún utilizando un aparato auditivo; sin embargo, no hay un censo certero sobre el tipo de sordera que padecen, pues no se identifica si es profunda, hipoacusia, bilateral o unilateral.

Ante esta condición, el lenguaje de señas permite a las personas comunicarse; sin embargo, su aprendizaje debe incluir la composición de la seña a partir de los valores, lo que piensan y sienten las personas sordas.

Lamentablemente, la discapacidad auditiva por no ser visible no sensibiliza a nivel social

"La parte emocional también mueve a las personas y genera cambios, tal es el caso de las películas que tocan el tema, la interpretación del himno nacional en eventos masivos y conciertos con un intérprete para que las personas puedan sentir la música, lo cual es un cambio cultural”, detalló Rubí Jiménez, psicóloga del Centro “Manos que Hablan”.

Camino por recorrer

Si bien en los últimos años los gobiernos han generado diversas iniciativas para incluir el lenguaje de señas en los discursos televisivos, redes sociales, así como en eventos públicos para facilitar la comunicación a quienes tienen discapacidad auditiva, aún falta mucho por hacer para sensibilizar e involucrar a la sociedad en general.

Las reformas educativas perfilan que las personas con esta condición dejen los Centros de Atención Múltiple (CAM) y entren a una escuela regular para convertirse, con el paso de tiempo, en profesionistas; sin embargo, las autoridades encargadas no han capacitado a los docentes para que puedan enseñar el Lenguaje de Señas Mexicanas a sus alumnos.

“Muchos docentes están buscando dicha capacitación de manera externa, lo cual implica dinero, tiempo y aprendizaje, que incluye una labor social que muchas veces no es respaldada ni por las autoridades educativas ni por el resto de los alumnos ni los padres de familia”, refiere Rubí.

Es un tema complicado porque los docentes que tienen alumnos con este tipo de discapacidad deben atender a un grupo de 30 o 40 estudiantes, por lo que le resulta muy complicado brindar la atención necesaria.

"La intervención a una persona sorda incluye a la sociedad en general y cuando hay casos de menores en las escuelas convencionales, el aprendizaje y la enseñanza son complicados”, dijo.

Capacitación

Por ello, desde hace seis años el Centro "Manos que Hablan" enseña a quienes necesitan terapia de la escucha, audición y voz, así como a quienes desean aprender lenguaje de señas, de manera presencial y a distancia. Semanalmente capacitan a 50 personas con cursos semestrales y clase de un día.

"Una persona con un año y medio de capacitación, aprende 90 por ciento del Lenguaje de Señas Mexicana para comunicarse. Hoy tenemos alumnos colocados en diferentes instituciones que están enseñando o acompañando a personas sordas, lo que quiere decir que hay efectividad".

La psicóloga refiere que trabajan de manera multidisciplinaria con una intérprete, una persona con discapacidad auditiva, y verifican toda la parte psicopedagógica. Contrario a lo que se cree, asegura que hay mucho interés de la sociedad en general y no sólo de quienes padecen o tienen algún familiar con una capacidad diferente.

"No hay un perfil profesional de ingresos, pero toda persona interesada puede acudir, pero en población estadística atendemos a muchos psicólogos que trabajan en áreas pisco educativas, lo mismo que maestros del Centros de Atención Múltiple (CAM), Usaer (Unidad de Servicio de Apoyo a la Educación Regular), así como médicos, educadores y público en general que tiene interés de aprender o incluir a un familiar a un conocido con discapacidad auditiva".

En los últimos años -menciona- han capacitado a instituciones públicas y privadas, tal es el caso de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM), y el sector salud de San Luís Potosí.

Para todos

Generalmente trabajan con personas que ya tienen un diagnóstico de hipoacusia o sordera profunda, sin embargo, si las personas no tienen un diagnóstico hacen un referente con un fono audiólogo para que se hagan un estudio audio métrico y así saber el número de decibeles o Hertz que tiene en relación a la perdida auditiva.

Arduo trabajo

Actualmente en el Centro “Manos que Hablan” —ubicado en la calle 23 de Septiembre, esquina con Gómez Farias, colonial San Bernardino, en Toluca— laboran seis personas, entre especialistas e intérpretes, pero de manera voluntaria colaboran 25 personas.

“El aprendizaje no es difícil siempre y cuando se establezca un proceso psicoeducativo correcto, el aprendizaje es individual, pero también depende mucho de quien lo enseña”.

JLMR

  • Alondra Ávila
  • alondra.avila@milenio.com
  • Comunicologa por el CUSXXI y con 16 años de experiencia en medios de comunicación. Desde 2012 colabora en Milenio Estado de México en la sección de Negocios. Ganadora del 9o Premio al Periodismo sobre Innovación Científica y Tecnológica en 2018.

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