A pesar de la pandemia los creyentes recuerdan a sus muertos con la colocación de ofrendas, usan los pétalos de cempasúchil para guiarlos y cuidan cada detalle para mostrar su fe y recordar a los que ya no están, aseguró Andrea Flores Rodríguez, originaria de San Cristóbal Huichochitlan.
Detalló que pese a las dificultades económicas de este año, buscaron la manera de preservar la tradición y adquirir los elementos representativos como plátano, jícama, naranja, pera, caña, guayaba, ciruela, chayote, camote, manzana, leche, pescado y tamales de maíz.
“Todo significa algo, por ejemplo la caña son los huesos, la fruta el intestino, el pan es la piel, la flor es la luz que los guía, además tenemos que esperarlos con fe, amor y alegría, porque donde hay conflicto el difunto no entra, se van de regreso”.
Desde niña coloca el altar de muertos que, el 28 de octubre está dedicado a quienes murieron en un accidente, el 30 a los bebés que no fueron bautizados, el 31 a los menores de 12 años y el 1 de noviembre conmemora a Todos los Santos que fallecieron por causas naturales o enfermedades.
Como parte del ritual, dijo, el 1 de noviembre velan las tumbas en los panteones para alumbrar el camino de regreso de los visitantes, pero este año no podrán hacerlo ya que no habrá acceso por las medidas sanitarias.
“Va a ser triste, siempre estamos a acostumbrados a ir, la vela es importante porque significa la luz de cristo que ilumina a sus camino, es triste no poder estar ahí, pero voy a poner la vela en mi casa”.
El 2 de noviembre se levanta la ofrenda y se reparte entre los miembros de la familia, “usamos sahumerio para ponerla y quitarla, es importante porque significa que elevamos nuestras oraciones a dios por el descanso de los difuntos”.
Aunque en su hogar la tradición perdura, lamentó que las nuevas generaciones no están interesadas en continuar con el ritual, por lo que se pierde con los años. Ante esto consideró que es importante que se retome para que no desaparezca.
“Muchos jóvenes no creen que vengan los difuntos, no quieren comprar ni poner, pero nosotros que nos lo inculcamos lo seguimos, pero ellos ya no quieren seguir con la tradición”.
MMCF