Fernando lleva 40 años haciendo arte con barro

Historia

Su familia se ha dedicado a la artesanía de barro desde 1920 y 100 años después él continúa con el oficio entre las paredes de su taller que también es su casa en Tonalá.

Aquí se conjugan el agua, barro, pintura y fuego. (Fernando Carranza)
Diana Barajas
Guadalajara /

Paciencia, perseverancia y belleza es lo que representan para Fernando Jimón Melchor las figuras de barro, las cuales fabrica desde los ocho años. Se considera artesano por tradición, herencia y pasión. Su familia se ha dedicado a la artesanía de barro desde 1920 y 100 años después él continúa con el oficio entre las paredes de su taller que también es su casa.

Ubicado en el corazón de Tonalá, aquí se conjugan el agua, barro, pintura y fuego, para dar vida a figuras en miniatura, en grande y con múltiples diseños que han sido dignos de premiaciones nacionales e internacionales.

“El proceso lleva varios pasos, todos los disfrutamos, desde que el barro viene en polvo, desde que lo amasamos, desde que hacemos una figura desde que hacemos una figura. Es muy gratificante ver de una bola de barro como empiezan a salir las figuras, como le vamos dando los rasgos”, detalló el artesano.

El primer paso para realizar las artesanías es mezclar barro en polvo con barro tieso y después amasar hasta conseguir una textura sólida y moldeable.

“Una vez que ya se tiene el barro amasado se empieza a moldear la figura, si va a ser modelado directo o si se va a hacer en un molde, ya sea molde de yeso o de barro, depende de cómo se requiera”, aseguró.

Luego de rellenar, cortar y perfeccionar la forma, se cierra el molde y deja secar durante 72 horas. Después se desmolda y se pone al sol para secar por completo. Ya que está totalmente seca, se alisa la superficie con piedra de río para poder pintar el diseño.

"Una vez que ya está pintado con la iconografía tradicional, se pasa al bruñido, el bruñido es tallarlo con pirita para sacar el brillo, después de que ya está bruñido se pone a quemar”.

Cuando la pintura seca, María Elena, esposa de Fernando, le da el toque final a la pieza. Lo que parece esmalte, en realidad, es la técnica de bruñido, la cual consiste en colocar agua a la figura y frotar con piedra pirita hasta sacarle brillo.

Por la temporada, ahora se encuentran trabajando en nacimientos. (Fernando Carranza)

A sus 48 años, la meta de vida de Fernando ha sido enseñar el oficio a sus cuatro hijos y a las personas interesadas en aprender la técnica.

“Lo que hemos venido haciendo es seguir los consejos de la gente mayor que nos va dejando este legado, es aparentemente sencillo, pero es una gran responsabilidad el mantener la tradición y sobre todo mantener el proceso”.

Pero su mayor satisfacción es cuando los clientes no regatean el precio de sus artesanías ya que detrás de cada pieza hay por lo menos una semana de trabajo y esfuerzo.

​MC

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