Continúa la inconformidad entre vecinos de diversas colonias de Tonalá, quienes este lunes se manifestaron a las afueras de la presidencia municipal, para oponerse a la instalación de la nueva planta de transferencia “El Cielo” sobre el camino a Santa Rita.
Aunque la planta solo operará de manera provisional por algunos meses, según lo dicho por el presidente municipal, Sergio Chávez, los vecinos han manifestado su rechazo debido a que aseguran que esto va a traer graves problemas de salud para los habitantes, quienes recibirán los lixiviados de la planta.
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“Yo vivo cuando mucho a tres cuadras de donde lo van a poner, yo tengo tres niños, uno está enfermo. Si en tiempo de lluvias se nos inunda la colonia, ahora poniendo el punto de transferencia, todos los líquidos de la basura se nos van a meter a nuestra casa, enfermedades, ratas”, dijo María de los Ángeles, vecina de Valentín Campa, Tonalá.
Vecinos de colonias como La Jauja, Santa Rita, Pajaritos y Guadalupana, señalaron que la medida nunca se socializó, además manifestaron su temor porque esta planta no sea provisional y se deje la basura ahí por más tiempo.
“Nos lo está proponiendo que nada más va a quedar por seis meses, pero sabemos de antemano que no fue cierto. Fue lo que prometieron para Urbi Quinta quitarlo en seis meses y duraron qué, 15 o 20 años”, comentó Gloria Velázquez, vecina de La Jauja, Tonalá.
“Nuestra postura ha sido desde el principio que no queremos la planta de transferencia, hay familias ahí. Nunca hicieron un consenso, llegaron, se plantaron ahí y ya pretenden ponerlo a fuerzas”, señaló Moisés Hernández, vecino de Santa Rita, Tonalá.
Durante la manifestación, un grupo de representantes vecinales sostuvo un diálogo con el presidente municipal, Sergio Chávez, sin embargo a su salida, dijeron que no se logró ningún acuerdo.
“Que si lo dejábamos hacer esta prueba nos iba a poner la luminaria, servicios, eso para mí no es un trato porque ese es su trabajo, si nos van a querer imponer eso por una planta, mejor no nos pongan nada”, dijo Moisés Hernández.
Al respecto, el Gobierno de Tonalá informó a través de un comunicado que durante la reunión, el edil se comprometió a que la estación no operará más de once meses y que su funcionamiento será vigilado por un observatorio ciudadano en el que participarán representantes vecinales, un colectivo ecológico, representación del Ejido de Tonalá, regidores de oposición y el Centro Universitario Tonalá de la Universidad de Guadalajara.
Tras más de dos horas de plantón, los manifestantes se retiraron inconformes y advirtieron que seguirán con las protestas, incluso amagaron con bloquear el paso de los camiones para impedir que se lleve la basura al predio.
JMH