El paso de la tormenta tropical Alberto por el sur de Nuevo León dejó cuantiosos daños materiales, principalmente en los caminos que conectan las comunidades, así como un sinfín de viviendas destruidas y bajo el agua.
Sarandi, una habitante de la comunidad La Ascensión, describió la devastación que sufrió su casa y la comunidad tras el paso de la tormenta. Ella quedó viuda hace dos semanas y vive con sus cuatro hijos pequeños.
“Como ve, las casas se destruyeron, se cayeron, ahorita nos quedamos totalmente sin muebles, nos quedamos sin nada. Sí hacemos un llamado para que nos hagan caso, para que vengan y volteen a ver un poquito las comunidades de acá de Aramberri, que vengan y le ayuden a la gente. Nuestra casa quedó destruida y para ver si nos pueden ayudar. Tengo cuatro hijos pequeños y si nos hace mucha falta que vengan con nosotros”, dijo Sarandi, habitante de La Ascensión.
Señaló que cuando ocurrió la tormenta tuvieron que salir rápidamente de la casa, justo antes de que se derrumbara el techo y las paredes debido a la humedad.
“Sí alcanzamos el mero día a salirnos, ya nada más escuchábamos cuando se caían las láminas, se caían las paredes, ya al otro día vimos todo el desastre que nos causó”, mencionó.
Por su parte, la señora María Natividad sufrió daños en su casa durante la fuerte tormenta. Se le cayó el techo de lámina de su cocina, el cual fue arrancado por el fuerte viento.
“Sí nos fue un poquito mal, porque se nos cayeron los techos, se me cayó mi cocina, las láminas las voló el viento y pues sí había mucha agua. Y pues ese día estábamos dormidos cuando voló el aire el techo y yo desperté porque escuché el ruido muy fuerte, me levanté y vi que las láminas habían salido volando”, señaló María Natividad, habitante de La Chona.
Anahí y sus vecinos además de pasar días sin el servicio de energía eléctrica, agua potable y la señal telefónica, se enfrentaron a los fuertes vientos, la lluvia e inundaciones que dañaron sus viviendas y pertenencias, por lo que ahora requieren apoyo de las autoridades para retirar los escombros que obstruyen el acceso a sus domicilios.
“La noche del huracán tuvimos vientos muy fuertes, empezó a entrar mucha agua, llovía demasiado. En mi caso solo se mojó una habitación y el baño, pero en el caso de mi vecina, por el patio trasero ella sí sufrió una inundación de su casa, se le mojaron sus camas, sus colchones, el refrigerador, la ropa, y pues así estuvimos tres días sin luz eléctrica y sin comunicación”, añadió.
El municipio de Aramberri se ubica a 312 kilómetros al sur de la ciudad de Monterrey y forma parte del sistema montañoso del cañón de la Sierra Madre Oriental.
La Soledad, La Trinidad, Sandia y La Ascensión son algunas de las comunidades que fueron golpeadas tras el paso de este fenómeno natural.
La principal fuente económica de esta zona son las huertas de aguacate, nuez, ajo y alfalfa, sin embargo, las cosechas quedaron bajo el agua.
La alcaldesa del municipio de Aramberri, María Francisca Argüello Quiñones, informó que comenzaron con la entrega de víveres y despensas a las comunidades más alejadas que se encuentran incomunicadas debido a los estragos de la tormenta tropical, desde un puente aéreo, ubicado en la cabecera municipal.
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mrg