Don José “El de la Bicicleta”, un tortero de más de 60 años de experiencia, cuenta que la torta ahogada tiene origen en la década de 1930. Relata que cuando un vendedor de tortas recibió en su puesto de la zona centro de Guadalajara a un amigo, pero al servirla accidentalmente se le cayó al chile, por lo que su hijo Luis De La Torre El Güero la bautizó con el nombre que la conocemos.
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“Aquí donde están los dos templos por ahí estaban ellos, unas personas ya mayores una pareja, llegó por ahí un amigo que desvelado según les dijo, dice quiero que me la dé ‘bien enchilosa para despertar porque ando medio dormido’, bueno accidentalmente se le cayó al chile el bolillo; se llamaban tortas nomás, entonces él mismo la bautizó dijo ahora si es torta ahogada y se le quedó la torta ahogada”
El Güero fue muy reconocido en la Perla Tapatía y aunque Don José no trabajó con él, sí tuvo la oportunidad de conocerlo.
La preparación de una torta ahogada depende del cliente ya que puede ser de carnitas, de buche, lengua, cachete, riñón, pancita o combinado, pero aclaró debe ser en bolillo salado.
“Entonces es como el cliente decida o le guste, así es como se la preparamos y aquí en Guadalajara es la única parte donde se da el bolillo salado y debe de ser así para este tipo de tortas porque como las mojan”
En cuánto a la preparación de las salsas debe de ser al natural sin cocerlas, aunque la mayoría ahorita ya la hace de distintas maneras.
Por último resaltó que la verdadera tradición es comerlas en bolsas de plástico, para irlas recorriendo y comiéndosela con mayor practicidad sin embargo hay quienes las prefieren en plato.
SRN