Son las 10:30 de la mañana y en del Parque Hidalgo, una joven barre cuidadosamente los caminos del lugar, donde ya hay parejas declarándose su amor, venta de antojitos mexicanos o aguas de sabor, chicharrones y palomitas, mientras la trabajadora ve de reojo a su pequeño, quien salta por los ondulados de jardín que hay en el lugar.
Ella, al igual que sus compañeros, realizan actividades dobles desde hace un mes, cuando trabajadores del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Municipio de Pachuca (SUTSMP) decidieron colocar las banderas rojinegras en señal de protesta por bajos salarios, por lo que los de confianza trabajan de lunes a viernes en oficina, y sábados y domingos les toca barrer jardines principales y la Plaza Independencia para darles mantenimiento a estos lugares.
“Andamos cansados, pero no nos quejamos porque hay trabajo y mejor le sigo para acabar pronto”, expresa la joven, quien opta por negarse a dar su nombre y mejor toma una hoja de palmera seca que se ha hallado en uno de los jardines para juntar más rápido la basura por montoncitos que recoge su compañero con escoba y recogedor, sin dejar rastro de suciedad.
La fuente de este jardín está inhabilitada y con algunos charcos con lodo dentro de su superficie, los árboles y jardines mantienen su color, aunque la tierra parece que no ha sido regada de forma continua, “los vecinos del parque hicieron una colecta para contratar pipas, la semana pasada, y regar las plantas. Fueron como 10 pipas las que llegaron, pero no se alcanzó a regar todos los jardines”, expresa la trabajadora municipal.
Del otro costado, en lo que es el Centro de Atención Médica y Diagnóstico, en las que se atendía a personas de bajos recursos, mantiene sus puertas cerradas, y en lugar de ello, se levanta una casa de plástico improvisada, sujeta con una cuerda gruesa, donde habitan trabajadores que siguen en protesta.
“Seguimos luchando por nuestras mejoras salariales, por nuestros compañeros y la gente que ha venido a solicitar algún estudio de los que se realizan aquí, como Rayos X, Ultrasonidos, Laboratorio, Optometría, pues les explicamos la situación y nos siguen apoyando, hasta nos traen de comer”, asegura una de las sindicalizadas en paro quien mantiene en orden el área asignada para la elaboración de alimentos, mientras acomoda el aceite, la sal y la pimienta en su lugar, y la parrilla eléctrica bajo un mantel en la mesita que sirve para cocinar.
Al otro costado, frente al Sistema DIF Municipal, una carpa más, con dos trabajadores jubilados quienes aseguran “nos mantendremos aquí hasta lograr mejoras como trabajadores”, expresa, e informa al mismo tiempo que lo único que está en servicio es la Procuraduría Municipal para la defensa del menor, “porque viene la procuradora de lunes a viernes, eso sigue funcionando”, indica, mientras se escucha de fondo las canciones de Roberto Carlos que le dan un toque nostálgico al lugar.
En otra parte de la ciudad, en el Parque del Maestro, también hay un joven desde temprana hora, que mantiene regados los jardines y los árboles de ése y del Parque de la Familia, desde hace un mes, “y no hemos dejado de recoger basura, ni de mantener las áreas verdes en buen estado”, dice.
El Reloj Monumental también ha dejado de tocar cada quince minutos sus melodías, sus manecillas ya no giran desde hace 30 días, y la bandera de huelga le marca a visitantes y turistas su cierre, “pero los visitantes nos apoyan y sabemos que es justo lo que estamos pidiendo”, indica una trabajadora, quien al igual que todos y todas, prefieren no dar nombres por miedo a represalias y se mantienen en un solo sentido que es la lucha única del sindicato.
El Parque Hidalgo sigue recibiendo visitas, cada minuto, y los inflables comienzan a extender su estructura para recibir a los pequeños que tendrán un fin de semana largo, mientras que los vendedores de frutas y antojitos preparan más producto para la llegada de las personas que pasarán un domingo en familia.