Pese al esfuerzo de las autoridades la autopista México-Pachuca, donde reciente un menor de 16 años fue baleado por grabar a un par de delincuentes que previamente habían asaltado a su padre, así como el Circuito Exterior Mexiquense y el Libramiento del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) siguen siendo un dolor de cabeza para el transporte de carga, pues los delincuentes se valen de todo para robar.
“Ponen piedras para que los automóviles particulares se orillen, bajen y los atraquen. Con el transporte de carga, antes, llegaban camionetas tipo judicial y te paraban con una placa falsa, se llevaban al chofer y lo tiraban a 30 km, después de tres o cuatro horas, para llevarse la unidad. Ahorita ya lo hacen más descaradamente, hoy son dos o tres camionetas con seis o siete personas armadas y le tiran directamente al chófer”, mencionó Guillermo Fragoso Báez, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores 25 de marzo.
El robo de un tráiler que no esté asegurado puede generar pérdidas de hasta un millón y medio de pesos, según el tipo o modelo de unidad y caja. Por ello, para transitar sin tanto problemas y disminuir la incidencia el sector ha optado por moverse en ciertos horarios y en flotas, por ejemplo, si pasan por el Arco Norte, lo que hacen es irse en caravana de 10 hasta 15 unidades y no se paran por ningún motivo hasta que crucen las áreas rojas.
“Si ven que intentan asaltarlos les dejan ir el tráiler, no se paran y si disparan llevan un camión enfrente que se frena y de alguna manera inhiben el delito”, refirió Gonzalo Hernández Posadas, transportista y comerciante.
Resaltó que la custodia de los fletes con seguridad privada la hacen normalmente las empresas trasnacionales o los fleteros foráneos que llevan línea blanca, farmacéuticos, entre otros productos. El costo por kilómetro en un viaje de Ciudad de México a Puebla o Ciudad de México a Hidalgo -dijo- supera los 33 mil pesos.
Chóferes ya no quieren trabajar
Asimismo, derivado de la inseguridad que impera en ciertos puntos, algunos operadores de las unidades colectivas ya no quieren laborar por los constantes robos que se dan a todas horas y que los dejan sin la cuenta del día.
"Ya se cansaron de que los delincuentes lleguen se llevan el esfuerzo de todo su día, y se queden sin dinero para darle de comer a su familia. También evitan los puntos donde pueden abordar los delincuentes, y cuando los identifican, no hacen parada".
En su momento -recordó- las extorsiones a los taxistas eran de 500 o 600 pesos a la semana, y si hablan de bases con mínimo 30 unidades, la paga era de mínimo 15 mil pesos, mientras a las rutas grandes el monto ascendía hasta 40 mil o 50 mil pesos.
Hay coordinación con autoridades
Fragoso Báez recordó que a un año de haber creados las “autodefensas” para inhibir el robo al transporte y la extorsión, y con la llegada de la nueva administración, con quien generaron acuerdos, la incidencia ha disminuido significativamente, pues en promedio a la semana registran siete incidentes.
“Hoy tenemos una excelente coordinación con ellos, les decimos los focos rojos que tenemos en las rutas de transporte y cuando tenemos cualquier situación hacemos o hacen presencia de manera inmediata. Gracias al trabajo coordinado hemos detenido dos o tres grupos”.
Por último, recalcó que en su sindicato promueven la denuncia y ofrecen asesoría jurídica para dar seguimiento a las carpetas, así que entre 70 y 80 por ciento de las que han presentado son efectivas y han llegado a una sentencia.
“Como sindicato mantenemos las guardias internas y ante cualquier situación hablamos a las autoridades, pero si los capturamos, los presentan a las autoridades estatales o la Fiscalía”.
kr