Cuando los camiones no pasan y los compromisos no esperan

Escaparate

Como hacía años no ocurría, el paro de transporte con que amaneció el área metropolitana de Monterrey el pasado lunes 29, colapsó el regreso a clases y dejó varados en las calles a miles de trabajadores.

Choferes frente a sus unidades el lunes por la mañana, esperan la señal de arranque. ROBERTO ALANÍS
Javier Sepúlveda
Monterrey /

Transportistas irresponsables decidieron suspender el servicio durante las primeras horas del amanecer de lunes, justo las más críticas para el traslado de trabajadores y de estudiantes que requieren llegar a tiempo a sus centros de estudio y de empleo.

Los taxistas aprovecharon la ocasión para hacer su agosto. ROBERTO ALANÍS

Fue hasta las 07:00 que decidieron reanudar sus recorridos, pero el daño ya estaba hecho: muchos empleados se regresaron a su casa, al igual que jóvenes con libros y mochilas en mano.


Parabuses: la espera en vano. ROBERTO ALANÍS

La opinión general es que el gobierno del estado se vio rebasado por el gremio de transportistas, mientras los usuarios quedaron en la indefensión total.

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