Trilogía, un reto de altura que cumplen mexiquenses en 2024

Escalar el Pico de Orizaba ubicado en Veracruz, el Iztaccíhuatl entre Puebla y el Estado de México y el Nevado de Toluca, fueron un desafío para practicantes de alta montaña, como Irma Esthela.

Tres atletas mexiquenses completaron el reto de alpinismo en un tiempo de 28 horas con 12 minutos. Foto: (Especial)
Toluca /

El Pico de Orizaba ubicado en Veracruz, el Iztaccíhuatl que está entre Puebla y Estado de México, así como el Nevado de Toluca, conforman una trilogía para los practicantes del deporte de alta montaña, y dos mexiquenses llevaron a cabo esta hazaña de subir los volcanes y una de ellas es Irma Esthela García Morales.

“Fue en un tiempo de 28 horas 12 minutos. La trilogía consiste en que comenzamos el viernes 13 de junio para iniciar en el Pico de Orizaba en el refugio Justo González en la zona sur, desde las 6 de la mañana, a partir de ese momento corre el tiempo, hacemos cumbre, descendemos e inmediatamente subimos a los autos y nos trasladamos al Iztaccíhuatl”, comentó en entrevista con MILENIO Estado de México.

Posteriormente realizaron la misma temática en el Izta como en el Pico de Orizaba y se trasladaron al Nevado de Toluca para concluir la trilogía, luego de subir estos volcanes que tienen sus picos más altos en 5 mil 215 metros, 5 mil 636 metros y 4 mil 680 metros, respectivamente.

“Me gustan los retos, estar en el cielo de México, creo que es impresionante, siempre lo hemos dicho, el camino es duro, pero cuando llegas a la cima es lo más hermoso, entonces dense esa oportunidad de poder vivir esta parte, olvidar el cansancio”, dijo García Morales.

Por este logro, el Club de Exploraciones de México A.C (CEMAC) sección Toluca le otorgó un reconocimiento tanto a ella, como a los que también lo cumplieron, y es que en esta organización sus integrantes practican deportes al aire libre como la alta montaña.

Preparación de toda la vida

Irma Esthela García Morales explicó que esta trilogía la realizó en compañía de Jorge Hermosillo, destacado deportista mexiquense de este tipo de deportes al aire libre, y calificó que prácticamente es una preparación de toda la vida para poder subir los mencionados volcanes.

“Y más estar en alta montaña, estar en constante preparación, hacer cumbre regularmente, mínimo dos veces al menos, hacer cumbre en alguno de los volcanes que estaban programados”, dijo.
Alpinistas recibieron un reconocimiento por cumplir con el reto. Foto: (Especial)

Indicó que por ejemplo quince días antes de hacer la trilogía realizaron cumbre en el Iztaccíhuatl, para simular cómo sería el recorrido, dado a que una semana antes del reto, los participantes no tienen que esforzarse de más, por lo que solo es necesario llevar a cabo una caminata ligera en la montaña.

“Yo desde el 2010 he realizado alta montaña, a mí lo que más me gusta es correr, el trail de montaña. Yo ya fui a competir a Francia y todo este tipo de preparación nos sirve para los objetivos que nos vayamos planteando”, dijo.

Asimismo, tuvieron que revisar y analizar cómo estaría cambiando el clima, lo que cada seis horas hacía visualización del panorama en esta materia.

“El clima era bastante cambiante, entonces estábamos preparados con todo el equipo necesario”. En este rubro de la preparación, destacó que la parte mental es la más importante, porque aunque la persona sea fuerte en lo físico, no podrá salir adelante si carece de una mentalidad fortalecida.

“Si en la mental estás débil, no ayudaría lo físico. El cuerpo va hacer lo que diga la mente, lo que diga el cerebro, si dice “ya me cansé, me voy a cansar”, es realmente trabajar mente y cuerpo, tú debes de estar muy tranquilo para la preparación mental”, explicó.

También destacó que esta trilogía se realizó en equipo porque entre los integrantes se animan para poder cumplir con el objetivo de subir las tres montañas continuamente.

Herramientas y equipo

La también profesora comentó que para hacer la trilogía, se debe de contar con un equipo especial, que va desde la chamarra y pantalón de pluma, botas de alta montaña y crampones.

“Las botas tienen que ser rígidas porque nos podemos encontrar nieve o hielo negro como nos pasó en el Iztaccíhuatl, ya no hay nieve realmente sino hielo negro cuando descendemos en lo que era el glaciar”, explicó.

Añadió que en el tema de alimentos, tienen que consumir aquellos que les den energía porque el desgaste de subir las mencionadas montañas es alto.

“Por ejemplo dulces, gomitas, eso ya depende de cada persona, porque no podemos decir que a ti te funcionan las gomitas y a ti también te deberían ayudar. Solo cuando descendíamos de la montaña es cuando nuestro staff de apoyo nos daba comida, por ejemplo sopa, crepas, pero eso nos lo daban en el camino a la siguiente montaña”, finalizó.

PNMO

  • Bernardo Jasso
  • bernado.jasso@milenio.com
  • Lic. en Comunicación y Mestrante en Periodismo Político por la Carlos Septién. Acudo a donde se genera la información.Reportero desde 2016

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