Dentro del proyecto que realizan en la región de Tula investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) realizan tomas de muestra de sangre a habitantes de áreas industriales para conocer el impacto de esta actividad en su salud.
De acuerdo a fuentes consultadas, esta actividad del Proyecto de evaluación de riesgo para la salud humana por agentes tóxicos de origen antrópico como herramienta de empoderamiento social, tiene como propósito medir los niveles de sangre en el organismo de los pobladores de la zona de Tula, que contempla municipios como Atotonilco de Tula, Atitalaquia y Tula de Allende, así como Apaxco, estado de México.
Los integrantes del proyecto invitaron a pobladores a participar en esta toma de muestras sanguíneas, para la cual tienen cumplir con algunos requisitos, entre ellos que sean preferentemente hombres de entre 20 y 40 años de edad; que laboren o habiten máximo a 3 kilómetros de las fuentes potenciales de contaminación; un periodo de residencia mayor a 2 años; de preferencia que no consuman bebidas alcohólicas o tabaco.
Las pruebas las están realizando a las 7:00 horas y en ayunas en distintos puntos de la región, en fechas previamente acordadas y difundidas por los activistas y por los miembros de las organizaciones participantes en el proyecto.
Hasta el momento se han realizado muestreos en la delegación de San Marcos y en el Museo Comunitario Atotonilli (MCA), a dónde han acudido interesados en participar en esta actividad que busca complementar el proyecto de investigación en materia de toxicología y salud ambiental.
Una vez que se complete el total de los muestreos se procesarán y posteriormente se entregará un informe sobre los resultados de esta medición de los niveles de plomo entre la gente, con la finalidad de generar estadísticas regionales.
Además de este muestreo, los investigadores y estudiantes que participan en el proyecto también supervisan a flora y fauna de la zona, para observar de manera integral el impacto de las afectaciones ambientales.
Pero también efectúan tareas de acercamiento con la población, mediante talleres, pláticas e incluso con actividades como la pinta de murales para plasmar las diversas visiones en torno a este tema que impacta desde hace décadas a la zona de Tula.
Al tiempo que participan en los acercamientos entre grupos de ambientalistas y de la sociedad civil con autoridades de los tres niveles de gobierno para mejorar el entorno ambiental, como en el caso de Atitalaquia por la operación de un tiradero a cielo abierto, y en Tula para exigir la declaratoria para la restauración de la región.
Los investigadores además participaron en la toma de muestras del agua caliente emanada en un pozo de Atitalaquia, para conocer las propiedades de ese líquido y las repercusiones en los habitantes.