La Universidad Autónoma de Chiapas (UACH) entregó de manera póstuma el premio “Mérito al juzgador chiapaneco” al magistrado Rodolfo Ríos Vázquez, por más de 40 años de labor y de desarrollo jurisprudencial en México.
En el auditorio Manuel José de Rojas, ubicado en San Cristóbal de las Casas, la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Margarita Ríos Farjat, recibió el galardón en nombre de su padre, quién falleció en 2014 a los 77 años.
La ministra agradeció a los responsables de realizar la ceremonia por conmemorar al ex Magistrado y la trayectoria profesional que desempeñó en el estado de Chiapas, de diciembre de 1998 a febrero de 1990.
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“Agradezco profundamente a los jueces y juezas de distrito, de Tuxtla, que se hayan interesado en él. Lo digo desde luego como su hija, pero también como integrante de la Suprema Corte, porque habiéndolo conocido, también sé que fue un juzgador digno que puede servir de ejemplo, no solo por su trayectoria de más de 40 años al servicio del Poder Judicial de la Federación, sino por sus altos valores morales, cívicos y éticos. Juez, estudioso, responsable, ejemplar, pero también sensible, austero y reservado”, dijo Ríos Farjat
Sobre la labor que ejercen los juzgadores en el país, tal como la ejerció su padre, la ministra reconoció que es una actividad que requiere de mucha preparación y temple; preparación para poder impartir correctamente la justicia, y temple para cuando los juzgadores se encuentran entre vicisitudes, que pueden afectar su trabajo y la aplicación de leyes.
“Nuestra función y nuestra vocación necesitan permanecer luminosas. La justicia solamente sucede en luminosidad, esta es la que inspira a la sociedad, la mantiene serena y esperanzada. A todas las personas nos inspira la justicia y a todas nos amarga y enoja la ausencia o su desviación; por eso, lo que más requiere la carrera judicial, además de preparación y pericia técnica, es claridad de visión, temple y determinación para no alejarnos de la pureza que requiere la tarea juzgar!, sostuvó
La hija del ex magistrado añadió que bien es una tarea solitario pero no es pacífica.
Si bien es una tarea solitaria, no es una tarea pacífica. Sucede en el pleito, la intriga, en el ataque, no son personas que están en paz las que acuden con los jueces, sino las que pelean a pesar de su desesperación, de su tristeza o de sus dificultades. Esto explica una necesidad del temple porque quien juzga se asoma a lo peor de las personas, a encontrarse con la evidencia de lo que la gente es capaz de hacer a sus semejantes, por egoísmo, odio, incomprensión, negligencia o mera maldad”, sostuvo.
Entre las labores que desempeñó el Magistrado Ríos Vázquez, oriundo de la ciudad de Monterrey, se encuentran su incursión al poder judicial de Nuevo León, como escribiente en el juzgado 4 menor; catedrático de secundaria, impartiendo las materias de civismo e historia de México; en bachillerato, las materias de economía y política, de licenciatura en la facultad de derecho y ciencias sociales de la Facultad de Derecho de la UANL.
También fue actuario judicial en el juzgado de distrito de Monterrey, secretario del segundo y tercer juzgado de distrito de Nuevo León.
Para septiembre de 1979, al celebrar su segundo aniversario en el Poder Judicial de la Federación, ocupó el cargo de secretario de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
En octubre de 1988 fue nombrado, por unanimidad de votos, juez de distrito, siendo su primera responsabilidad como juez federal, en el estado de Chiapas. Y en marzo de 1995 fue nombrado magistrado de circuito, en el primer tribunal unitario de Ciudad Victoria, Tamaulipas.
IDM