Desinterés social y bajo rendimiento escolar son algunos de los comportamientos en menores tras presenciar un asesinato, asegura experto de UdeG

Incluso pueden llegar a recordar el evento traumático de manera recurrente aunque ellos no lo quieran

Es importante reducir el estrés para mejorar el rendimiento y desempeño. (freepik.es)
Josefina Ruiz
Guadalajara /

Generalmente los niños y niñas que desarrollan estrés postraumático luego de presenciar un asesinato comienzan a tener cambios en su comportamiento tales como irritabilidad, berrinches, desinterés en socializar y bajo rendimiento escolar; incluso pueden llegar a recordar el evento traumático de manera recurrente aunque ellos no lo quieran, explicó Francisco José Gutiérrez Rodríguez, profesor investigador de la UdeG.

“Se les conoce como flash back y en estos casos vamos a encontrar que el niño puede llegar a tener alteraciones emocionales, cuando pasa por lugares hay situaciones que le recuerdan la experiencia que pueden ser lugares geográficos, colores, sonidos que los lleva a recordar la experiencia”, dijo Francisco José Gutiérrez Rodríguez, profesor investigador de UdeG.

Además pueden presentar lagunas mentales como tener olvidos o amnesia disociativa. En las primeras fases el menor podría negar el acontecimiento violento que presenció por lo que es necesario que explore a través de prácticas lúdicas que le permitan al infante exteriorizar las emociones que están contenidas.

“Hoy en día en la psicología moderna hay técnicas basadas en el enfoque cognitivo conductual que puede llevar aproximadamente de 24 a 36 sesiones una vez por semana donde el niño vaya por aproximaciones sucesivas y se refuercen en sus habilidades sociales para enfrentar lo que es doloroso o angustiante”, comentó.

Recomienda a tutores ser conscientes y pide no obligar al menor a recordar los hechos

Gutiérrez Rodríguez, recomendó a los tutores del menor ser conscientes de que en este proceso hay avances y retrocesos y es importante no obligarlo a que recuerde el acontecimiento.

“No utilizar como interrogatorios muy estructurados sino que sea algo libre, empático con frases cortas y mucho acompañamiento por parte de los familiares en cuanto al contacto y no solo el contacto físico no interrumpirlo, darle sus tiempos, y utilizar un tono de voz claro con frases breves en donde se le diga al menor que juntos lo van a poder sacar adelante”, mencionó.

Advirtió que de no tratarse este evento postraumático el menor podría llegar hasta el suicidio o el consumo de sustancias nocivas para la salud.


JMH

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