Ante las desigualdades laborales que se presentan en estados como Puebla y en todo el país, se requiere implementar un ingreso básico universal, mecanismo de sostén de ingresos que permitiría a la población recurrir a empleos sin prestaciones, es decir, informales.
Mauricio Rodríguez Abreu, director académico del Departamento Académico de Actuaría, Física y Matemáticas de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), explicó que, dependiendo del lugar de procedencia, de lo estudiado y de los recursos al alcance, se va determinando en muchas veces, la trayectoria escolar y laboral de la persona.
“Está la discusión sobre el ingreso básico universal, un mecanismo de sostén de ingresos que permitiría a la población a no tomar trabajos sin prestaciones o en condiciones precarias”, apuntó.
Desde el ámbito geográfico, se presenta una diferencia entre el Norte y el Sur del país: en los estados norteños, se presenta una menor la informalidad, sobre todo por el tipo de industrias presentes, la cuales son fáciles de vigilar por las autoridades.
En contraste, se presenta una mayor informalidad en los estados del Sur del país en donde es más difícil vigilar a los micronegocios Sur, por lo tanto, es complejo mantener el cumplimiento de las leyes, añadió el investigador de la Udlap.
De forma adicional, se presenta el problema de la subcontratación o compromiso laboral por menor sueldo más bonos, cuya desventaja se da en los sistemas de ahorro para la vejez, créditos hipotecarios o prestaciones.
Rodríguez Abreu, quien participó en el desarrollo del libro “Desigualdades laborales y urbanas en México”, destacó que en el país, se presentan diferencias de género en el ámbito laboral, de tal manera que las mujeres ganan menos por el mismo trabajo realizado que los hombres.
“El trabajo secretarial o la docencia se volvieron de acciones netamente masculinas a también femeninas y a través del tiempo han perdido cierta reputación”, añadió el investigador.
En el ámbito laboral en México, un punto interesante son las trabajadoras o trabajadores del hogar, el cual, de acuerdo con análisis y estudios del investigador de la universidad poblana de carácter privado con sede en San Andrés Cholula, 90 por ciento lo realizan mujeres.
“Ellas tienen el dilema de la Ley Federal del Trabajo, cuyo dictamen pide tener ciertas características a cumplir para ser denominado trabajo, pero desafortunadamente no lo cumplen por su naturaleza, por ejemplo, el laborar por horas o con distintos patrones, por lo tanto, es una compleja dinámica”, apuntó.
El académico de la universidad poblana que trabajó en conjunto con Carlos Alba Vega, investigador del Colegio de México, en el análisis de las desigualdades laborales, destacó que llegó en un momento para generar propuestas que ayuden a mejorar el entorno laboral.
Actualmente, ambos investigadores se encuentran en contacto para entender fenómenos como las desigualdades que afectan la posibilidad del ahorro.
“Estoy tratando de entender cómo estas desigualdades afectan la capacidad de ahorro de hombres y mujeres para tener acceso a una pensión, entonces vamos por dos líneas: primero retomar los temas que quedaron fuera y de manera más personal entendiendo el envejecimiento que ocurre en México”, finalizó el académico de la UDLAP.
CHM